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Daniel Ventura niega que se retire la documentación a los MENAS acogidos al llegar a la mayoría de edad

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El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, negó que en Melilla se le retire la documentación o el permiso de residencia a los jóvenes ex tutelados por la administración al llegar a la mayoría de edad como afirma se apostilla desde la oficina del Defensor del Pueblo que dirige Soledad Becerril. Manifiesta al respeto el responsable de Servicios Sociales que "la legislación no se la salta nadie" y se pregunta si la Defensora del Pueblo realiza estas recomendaciones por tener constancia directa de que se han producido este tipo de situaciones en la ciudad o lo hace en función de las denuncias de la ong Prodein, una entidad a la que no da mucha credibilidad. Precisa Daniel Ventura, en relación a las recomendaciones de la Defensora del Pueblo sobre los jóvenes ex tutelados por la administración local cuando alcancen la mayoría de edad, que "la legislación no dice nada de quitar la documentación y no se le quita a nadie, y a demás sería una incongruencia que ocurriera eso porque no entrarían como entran tantos adolescentes desde Marruecos buscando precisamente eso, la documentación para después, al tener 18 años, hacer la reagrupación familiar".

Se pregunta el consejero si Isabel Becerril realiza estas aseveraciones porque "tiene datos que así lo confirmen, o lo hace porque así lo dice la ONG Prodein, de la que tengo dudas sobre el trabajo que hace con menores". Apunta Daniel Ventura que en los seis meses que lleva de consejero ha invitado en más de una ocasión a José Palazón, presidente de Prodein "a hablar, a buscar soluciones al tema de los MENAS, pero no acude, sólo sale públicamente para destrozar cualquier acción que haga la Ciudad Autónoma y para criticar sin aportar nada".

Defensora del Pueblo
Además el consejero de Bienestar Social indicó que la Ciudad cumple con su obligación de alojar en centros de acogida a los menores extranjeros no acompañados que llegan a Melilla, pero le recuerda a Soledad Becerril que "hay el espacio que hay" y es que "aunque todo el que llega tiene sitio" esto provoca que el centro Purísima albergue ya a 350 MENAS.

Por ello entiende que la responsable de la institución, a la hora de realizar sus recomendaciones, "no tiene en cuenta la situación especial que vive Melilla con el tema migratorio, una presión que no quieren los melillenses". Afirmó Daniel Ventura que la Ciudad Autónoma cumple con sus obligaciones en materia de menores, pero apostilla que "las competencias también tienen un techo, y no se puede atender a todos los menores de Marruecos que se decidan a cruzar la frontera animados por el efecto llamada de los muchos que llegan a la península como polizones o los que buscan conseguir la documentación para promover una reagrupación familiar". Por ello, ante este cúmulo de situaciones, el consejero afirma que es preciso que "otras instancias, al margen de Melilla con sus limitaciones, tomen medidas".

Indicó el consejero que tal vez debería plantearse la oficina del Defensor del Pueblo "si no sería mejor para estos menores que volvieran con sus familias, a su entorno". Afirmó que estos menores, los que cruzan la frontera, son jóvenes que han sido rechazados, abandonados por sus familias, tanto a las bravas como buscando que tengan un futuro en España tras ser acogidos. "Si fueran niños españoles los abandonados por sus familias en un país extranjero, sobre estos padres caería todo el peso de la Ley, pero en Marruecos no pasa nada y nadie vela por los derechos de estos jóvenes".

Situación crítica
Aseguró que en Melilla se vive "una situación crítica" y está convencido que esto es algo "que no quiere ni el Gobierno central de turno ni los melillenses, que somos los que soportamos esta importante presión migratoria". Ventura manifestó que se ha informado puntualmente al Ejecutivo central de este hecho y confía en que el nuevo Gobierno "tome cartas en el asunto y se logre cambiar la situación, posibilitando o bien que se repatríen a los menores a su país o bien se dé otra solución".

Lo que tiene claro el consejero es que es preciso poner freno a esta entrada indiscriminada de menores y jóvenes extranjeros a la ciudad, en especial "no ya por un sentimiento subjetivo de inseguridad, sino porque una parte de estos jóvenes comenten delitos y las víctimas son los melillenses". Entiende que la legislación no contribuye a buscar una salida al tema de los MENAS, porque "no tiene en cuenta las condiciones especiales que soportan las ciudades de Melilla y Ceuta como ciudades fronterizas y la enorme presión migratoria que padecemos y que genera inseguridad".

Indicó que el Centro Purísima "no está desbordado porque se sigue dando cama y alimentos a los menores que llegan y si vinieran mil menores, también se les atendería, aunque se tuvieran que levantar tiendas de campaña como se hizo con los sirios, pero esa no es la solución, porque además la legislación a aplicar no es la misma, y es que mientras a los adultos se les aplica la Ley de Extranjería y pueden ser enviados a la península, los menores se quedan permanentemente en la ciudad y nuestros medios y capacidad son finitas", reiteró.

¿Habrá límite a la acogida de menores extranjeros?
Melilla ya acoge a más de 500 menores extranjeros no acompañados, según ratificó ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que se pregunta dónde está el límite, porque el centro Purísima ha pasado de atender a menos de 200 residentes en junio pasado a los 350 contabilizados en la tarde del miércoles. En este cómputo de MENAS se incluyen los más de cien que residen en la Gota de Leche, las 34 niñas de la Divina Infantita y los 80 aproximadamente que viven en la calle. Señala que la Ciudad "no tiene una capacidad física infinita" de acogida y de hecho dijo que en estos momentos la ocupación supera "en un 40 por ciento las posibilidades reales de acogida de Melilla, que puede atender adecuadamente a unos 300 menores, pero cuando la cifra se desborda como ahora, la cosa se complica".

Lo que no puede ocurrir, según señaló, es que siga aumentando el número de menores que llegan a la ciudad, como los 17 nuevos que entraron en Purísima entre el lunes y le martes. "Son muchos los menores que llegan por la frontera, muchos con su documentación de las zonas más cercanas a Melilla. No sé hasta dónde podremos llegar", se lamentaba el responsable de Servicios Sociales.

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Jesús Andújar

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