El cordobés Nacho Romero es uno de los emblemas en la historia del Club Melilla Baloncesto, el jugador que más partidos ha disputado con la camiseta azulina, capitán durante varias temporadas y el hombre que levantó el último título del decano hasta la fecha, la Copa del Príncipe del 2010.
La Copa Príncipe del año 2010, celebrada en Melilla, estuvo rodeada siempre de una gran atmósfera y se vivió con mucha intensidad en la Ciudad Autónoma, en la que todos los aficionados se volcaron con el equipo, como bien recuerda Romero. «En la temporada anterior, casi subimos a la ACB y esa campaña íbamos primeros y jugando un gran baloncesto. Todo eso se notó en la gente, que estaba volcada con el equipo, y durante esa semana las muestras de cariño que recibimos por parte de la afición fueron espectaculares. El hecho de que la final fuera contra el Menorca, con varios ex jugadores y el ex técnico, hizo que se viviera aún con más pasión. Fue una semana muy intensa y de mucha concentración. Se hizo muy larga, porque todos teníamos ganas de jugarla».
Romero no contaba con un papel destacado en el equipo que entrenaba Gonzalo García. Aún así, el técnico vasco decidió apostar por el pívot como titular. Una decisión que no pilló por sorpresa al experimentado jugador andaluz, quien afirmó le hizo tomarse esa semana con una motivación todavía mayor. «Fue algo que asumí con naturalidad y no sentí ningún tipo de presión extra. El entrenador me lo dijo la semana anterior y me quiso utilizar como una especie de factor sorpresa. Esa semana entrené mucho más en serio de lo que lo hacía normalmente, porque quería estar preparado bien, física y mentalmente, para ese momento».
La final fue un partido duro y tenso. El pívot recordó que la idea del equipo fue llevar el encuentro, aguantar y llegar a un final igualado. Un plan que salió a la perfección. «Recuerdo una final intensa. Nosotros salimos muy bien y aguantando en todo momento el ritmo que quiso poner el Menorca. Sabíamos que nuestras opciones de victoria pasaban por llegar igualados al último cuarto, y ese trabajo lo hicimos a la perfección. En ese último período logramos una pequeña diferencia, gracias a una buena racha de Héctor García, y aguantarla hasta el final. La final salió tal como se había planeado», explicó.
El Melilla Baloncesto se impuso por 79-72 y conquistó su tercera Copa del Príncipe. Romero, como capitán, fue el encargado de levantar el título ante un público entregado. «Esa final fue uno de los partidos más bonitos de toda mi carrera. El pabellón estaba abarrotado y la gente vibrando como pocas veces se ha podido ver en el Javier Imbroda. Personalmente, después de tantos años intentando conseguir algo, esa Copa para mí fue muy especial y estoy muy orgulloso de haberla conseguido», recordó.
«El Melilla Baloncesto tiene las mismas opciones que el Palencia. Son los dos primeros clasificados y con dos plantillas muy igualadas. El decano tiene jugadores de mucha calidad en su plantilla”, aseguró Romero.
Los jugadores del Melilla Baloncesto “han jugado grandes partidos en grandes pabellones y saben lo que es hacerlo bajo presión. Si no pasa nada raro, va a ser un partido igualado», destacó.
