Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

“Hay que zonificar y cambiar la norma sismorresistente en las zonas de más vulnerabilidad”

melillahoy.cibeles.net fotos 1467  SGG4988
(Autor: Guerrero)

Dos expertos en el estudio de la sismología de la Universidad de Granada (UGR) han estado estos días en Melilla midiendo con un sismógrafo la respuesta del suelo ante un terremoto en diferentes zonas de la ciudad. Y aunque los datos que han recabado deben ser ahora analizados, una conclusión está ya clara: hay que “zonificar” la ciudad, ya que la respuesta cuando hay un seísmo no es la misma en todos los barrios de Melilla. Y después, aconseja modificar la norma sismorresistente en las zonas de mayor vulnerabilidad. En declaraciones a MELILLA HOY, el catedrático de Física de la Tierra, Carlos López Casado, explicó que esta conclusión ya se extrajo en el estudio que su equipo de la UGR hizo en mayo tras desplazarse a nuestra ciudad con diversos aparatos para hacer estas mediciones en suelos blandos, duros e intermedios. Los resultados preliminares avanzaban que en un terremoto se produciría un efecto de amplificación en el centro histórico, concretamente en la Plaza de España y alrededores.
“A la vista de los daños que se han producido por el terremoto del día 25, comprobamos que nuestras medidas de mayo eran adecuadas porque coinciden los resultados con los efectos”, señaló López Casado. Por ello, al día siguiente del seísmo, él y otra experta de la UGR cogieron un avión hacia Melilla para extender la información recabada hace ocho meses tomando datos en más de 100 puntos de la ciudad.
Equipados con un sismógrafo, se han recorrido todos los barrios de Melilla para realizar estas mediciones sobre suelos arcillosos, limos, terrenos pluviales, arenisca, marismas. El objetivo era ver la respuesta de cada una de las formaciones geológicas ante las réplicas que se han ido sucediendo, y encontrar “los barrios más sensibles” a los movimientos de tierra.

El centro, más sensible
Los datos que les ha ido dando el aparato confirman que hay barrios de Melilla “más sensibles por el tipo de suelo donde está ubicado”. La Plaza de España y el triángulo modernista es uno de ellos porque se asientan sobre un suelo de arenisca, fluvial y de velocidades muy bajos de ondas, “todo lo contrario que el suelo rocoso de Melilla La Vieja”, donde se han registrado pocos daños en comparación con el centro.
El tipo de suelo que hay en el centro “lo que hace es atrapar la energía proveniente del terremoto y, para determinadas frecuencias y características, las amplifica”. Este efecto se eleva con las construcciones modernistas que abundan en la zona, “con una homogeneidad de la altura de las casas”, ya que “se ponen en resonancia los edificios y las amplificaciones (del terremoto) son mayores”. Además, el seísmo “dura un pelín más”, lo que “produce las oscilaciones de los edificios y la caída de tantas fachadas como hemos observado”, señaló el catedrático.
De ahí que insistiera en que hay que “zonificar la ciudad”, debido a la diferencia de respuesta de unos sitios y de otros ante un terremoto, y “luego habrá que hacer una modificación de la norma sismorresistente en esas zonas de mayor vulnerabilidad”, señaló Carlos López. A su juicio, es “evidente” que “hay que mejorar la forma de edificar, de diseñar y de desarrollar para que esos daños sean mucho menores en esta situación”. En definitiva, “replantear y proteger el casco antiguo, que es lo más preciado de la ciudad” y uno de los focos de atracción turística.
Las nuevas construcciones en Melilla, sin embargo, “están en terrenos mejores, con una norma sismorresistente mucho más ajustada”, señaló el catedrático de la UGR, que avanzó que este trabajo que está realizando su equipo será presentado en un congreso internacional en Lisboa sobre ciudades afectadas por terremotos “como un modelo a aplicar para que esas ciudades no pierdan su tesoro artístico”.

Réplicas
Este experto dijo que cree que el seísmo de 6.3 grados “va a ser el máximo que van a poder sentir en el futuro” los melillenses y que “lo normal” es que las réplicas se prolonguen una, dos o tres semanas.
Las mediciones que han estado haciendo serán introducidas en mapas, que posteriormente serán entregados a las autoridades para que “a partir de esa información hagan una planificación adecuada”.

Loading

Redacción

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€