Un joven ha sido acusado por un delito de violencia de género, tras presuntamente asestar un golpe en el labio superior a su pareja en mitad de una discusión. La riña fue a raíz de una salida con una amiga, ya que el considera según testificó en el Juzgado de lo Penal nº2 que "solo le llama cuando le convenía". El acusado niega haber pegado a la joven y asegura no importarle que salga con sus amigas. La defensa ha solicitado la nulidad del procedimiento judicial debido a que no se le aceptó asistencia médica a él. Un joven ha sido acusado por un delito de violencia de género tras presuntamente pegar un puñetazo en el labio superior a su pareja en mitad de una discusión. Según reconoció el acusado en la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal nº2 a preguntas de la fiscal, fue el pasado 12 de enero cuando recogió a su novia del trabajo para ir al SEPE cuando empezaron a discutir, debido a que ella había quedado con una amiga para ir al centro, algo que le molestó al acusado debido a que "solo me llama cuando le conviene".
La pareja aparcó en una calle del barrio El Real cuando se inició una discusión, en la que el acusado niega haberle golpeado, aunque asegura que ambos estaban con una actitud agresiva durante la discusión. Así, señaló que ella le llegó a "levantar la mano" aunque, según indicó la detuvo. Según relató el acusado tras dejarla en El Real y ver que se había dejado el bolso, volvió con el vehículo hasta la zona en la que supuestamente se la encontró con el labio dañado junto a la Guardia Civil quien finalmente lo detuvo.
La afectada se acogió a su derecho a no declarar, aunque según testificaron los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que le trasladaron al Hospital, ella reconoció haber recibido un puñetazo en mitad de la discusión e incluso le señaló a los agentes que había ocurrido en otra ocasión. Según contó a un agente camino al Hospital la discusión se inició por WhatsApp y con el fin de que no "se la liara" en el trabajo se fue con él .
Parte médico
Tras un análisis por parte del médico de Urgencias, el sanitario suscribió que se trataba de un caso de violencia de género debido al tipo de contusiones y a que también le reconoció que la pareja le había asestado un puñetazo, además de las contusiones que presentaba en los muslos.
Nueve meses de prisión
La fiscal ha mantenido la acusación y es que considera que es uno de los pocos casos de violencia de género donde a pesar que no se cuenta con la testificación de la víctima, existen pruebas que permitan ratificar los hechos ocurridos. Sin embargo, la defensa solicita la absolución del acusado debido a que considera nulo el procedimiento judicial, dado que le fue denegada la asistencia sanitaria durante la detención, a pesar de tener un "arañazo".
