El grupo socialista aprobaba en solitario el cambio de nombre de algunas calles y plazas melillenses. Pero la nota más característica de la sesión fue la presión conjunta de todos los miembros de la oposición para obligar al alcalde y al PSOE a que se cumpliera el reglamento en lo que se refería a la contestación de las preguntas y mociones que los grupos presentaban al alcalde. La oposición propuso que el alcalde suspendiera el pleno y volviera a convocarlo en 48 horas para que respondiera a las preguntas sin respuesta. La petición se saldó con el compromiso del PSOE de convocar una nueva sesión a finales de mes para responder.
