Buen encuentro el realizado por el decano en los dos primeros cuartos, en los que fue superior al equipo local en todos los aspectos, aunque no logró plasmarlo en grandes ventajas que le hubieran permitido abrir brecha en el marcador. Con todo, los de Alcoba dieron muy buena imagen, sobre todo con la solvencia de su pareja interior formada por Hernández-Sonseca y Brandon Edwards, apoyados también por el excelente trabajo de Josep Franch y Asier Zengotitabengoa.
El Amics Castellò frenó al Melilla Baloncesto. El equipo que dirige Alejandro Alcoba cayó ayer ante el conjunto castellonense por 80-73, tras llegar al ‘Ciutat de Castellò’ con tres victorias consecutivas. Los melillenses, mediado el tercer cuarto, llegaron a contar con una ventaja de trece puntos en el electrónico que desperdiciaron después de un parcial local de 18-4. Tras llegar al último periodo con la máxima igualdad, los locales supieron administrar su renta hasta el final del encuentro, mientras que el empeño del decano por recortar distancias, ya jugando a remolque, fue baldío, pese a que lo intentó con todas sus fuerzas.
Del 7-0 al 15-15
Los castellonenses arrancaron más enchufados. El base Joan Faner lideró a su equipo de forma magistral durante el primer acto con diez tantos de valoración, por lo que los locales, tras un parcial de 7-0, tomaron una ligera ventaja (11-5). Sin embargo, el gran acierto exterior de los visitantes -cuatro de cinco- hizo revertir la situación e igualar el tanteador (15-15). Con la máxima igualdad se llegó al final del primer tiempo, aunque dos acciones ofensivas precipitadas del Amics hizo que los de Alejandro Alcoba volvieran a ponerse por delante al término del cuarto (20-24), una merecida renta que premiaba su reacción.
El Melilla Baloncesto siguió abusando de la línea de tres y los errores le penalizaron hasta devolver las tablas al luminoso (31-31), a falta de cuatro minutos para llegar al descanso, cuando el Amics tuvo una buena racha de aciertos. Sin embargo, gracias al juego interior de Sonseca y Brandon Edwards, los melillenses consiguieron un parcial de 2-8 que obligó al técnico Toni Ten a solicitar un tiempo muerto para afrontar los dos últimos minutos del periodo.
Pero los melillenses siguieron más inspirados, consiguiendo llegar al intermedio seis puntos arriba (35-41). El equipo de Alejandro Alcoba, aunque con algunos altibajos, hizo valer su poderío bajo los tableros, a la vez que su alto porcentaje en los tiros libres le permitió seguir por delante en el electrónico frente a una escuadra castellonense irregular y poco acertada en el lanzamiento exterior.
Un inicio esperanzador
Tras el descanso, el Melilla Baloncesto volvió a llevar la manija del choque. Los visitantes aprovecharon el rebote ofensivo para abrir brecha en el luminoso y colocarse con trece puntos de renta (37-50), liderados por un Brandon Edwards en estado de gracia. Esta diferencia la fueron manteniendo hasta mediado el tercer cuarto (43-56).
Sin embargo, a raíz de ahí se vieron los mejores minutos del Amics Castellò, que no desperdició dos 2+1 y estuvo acertado desde la línea de tres, logrando un parcial arrollador de 18-4 con el que se llegó a la conclusión del tercer acto con una mínima ventaja local (61-60). Decisiva fue también la lectura del partido que hizo el técnico local Toni Ten al ordenar una zona, que resultó un lastre para un decano que no supo como atacarla y que sufrió mucho para anotar.
Con la máxima emoción posible se llegó al final del encuentro. Sin embargo, el escolta Marcos Suka no estuvo a la altura de otras noches y erró tres triples de manera consecutiva, lo que acabó siendo determinante para la suerte de un Melilla Baloncesto que había quemado sus cartuchos.
Pablo Almazán recogió su testigo y, tras cinco puntos seguidos, situó el marcador en un muy apretado 68-67, cuando apenas restaban cuatro minutos para el término, lo que dejaba todo en el aire para el tramo final del choque.
El Amics se hace fuerte
El Amics Castellò se hizo fuerte en el rebote, gracias al poderío físico de Nwogbo (diez rebotes en total), que en esta última fase del duelo impuso su ley ante los interiores melillenses, muy desgastados después de su enorme trabajo. Un triple de Suka, a falta de un minuto, coloco a los suyos a cinco puntos, pero los castellonenses administraron a la perfección su ventaja llegando a la conclusión con un favorable 80-73, sin pasar por situaciones de apuros ante un Melilla Baloncesto que se había quedado sin gasolina después de un tremendo esfuerzo.
AMICS CASTELLÒ: Joan Faner (15), Manu Rodríguez (6), Joan Cabot (8), Víctor Hidalgo (4), Cristian Nwogbo (14) -cinco inicial-, Alejandro Bortolussi, Brandon Garrett (7), Eric Sánchez (12), Chema García (11) y Garfield Montgomery (3).
MELILLA BALONCESTO: Josep Franch (7), Marcos Suka (8), Pablo Almazán (8), Edu Gatell (4), Brandon Edwards (15) -cinco inicial-, Asier Zengotitabengoa (10), Jorge Sanz, Héctor Manzano (8), Eloy Almazán, Edu Hernández-Sonseca (13) y Pelayo Larraona.
Toni Ten: “Segunda parte extraordinaria”
Toni Ten cree que su equipo jugó “un gran partido”, asegurando que la segunda parte fue “extraordinaria, pero la primera parte también fue buena. Melilla es un grandísimo equipo que defiende duro y es imposible dominarles los cuarenta minutos. Llevábamos muy buena dinámica de juego, y coincidiendo con el tiempo de muerto reflexivo nos sirvió para volver a entrar en el partido. Los últimos quince minutos del mismo fueron casi perfectos. Estoy muy feliz y contento porque un partido así te llena de gratitud. Estoy muy emocionado por la actitud de la afición que nos ayudó mucho para ganar”.
Alejandro Alcoba: “Nos hizo mucho daño la zona”
El técnico melillense consideró que tenían “controlado el partido hasta la mitad del tercer cuarto. Poco a poco, fuimos mejorando el nivel defensivo e hicimos daño al Amics, que apenas anotó 15 puntos en el segundo cuarto. Tras el descanso abrimos una brecha de trece puntos, pero a raíz del tiempo muerto de Ten nos hicieron daño con la defensa en zona. Cometimos demasiadas pérdidas de balón, y ellos estuvieron muy acertados en la circulación de balón y en los contragolpes. En el último cuarto, estuvimos mucho más intensos, pero el acierto de Castellón acabó siendo la clave”, recalcó.
