Hoy, esta madrugada, sobre las 6,30 que suelo despertarme y levantarme más o menos, encontrábame yo con una mala sensación, como disgustado, mal cuerpo, bastante melancólico y meditabundo por todo lo que está ocurriendo en mi país. Maltrato, pederastia, todo tipo de violencia, desahucios, hambre, paro y con tanto político y empresario corrupto, los cuales dejan en muy mal lugar a los honestos, por aquella costumbre que tenemos todos de generalizar. Pero es que cada día un caso, detenciones, investigaciones y registros, un no parar. Las fuerzas de seguridad del Estado, jueces, fiscales y abogados tienen garantizado el puesto de trabajo. Y el que no lo vea, con perdón, tonto y ciego es en esta “España mía en esta España nuestra” Qué gran canción aquella de la tristemente malograda y tan joven Cecilia. Abro mi ordenador, un tardón por cierto. Mira por donde, después de dos días fallándome la suscripción de M.H. Hoy la recibo a casi a las 7’00h. y por triplicado. Empiezo a sentirme algo mejor, incluso, mejor aún después de dar lectura además de mi artículo publicado, el de otros GRANDES y EXCELENTES colaboradores. Todos me hacen recordar situaciones vividas en aquella Melilla mediterránea de los años 50 y 60 vividos allí, un deleite leer siempre lo del Cementerio de Héroes de Melilla (bueno, aún no reconocido así, ya tardan nuestras autoridades). Luego leo el artículo de La Española (aquella imprenta tan cercana de la Avenida) y mi malestar interior mejora sustancialmente. ¡Me cachis en diez!, vuelve algo mi pesadumbre, me acabo de acordar que no tengo que desayunar “de momento”, me toca ATS pinchacito en el dedo (control de glucosa) y toma de tensión arterial, y es que nos van a matar de tantos disgustos, estos “cabroncetes” (por decirlo de forma suave), que nos mandaron, nos mandan y nos mandarán.
Decido relajarme, y para ello siempre tengo una clave, la música. Me pongo los cascos, aunque sordo perdido del derecho “qué casualidad”, con un solo auricular me bastaría. Me relaja de toda la vida Antonio Molina, su minero, su cocinero y todas las suyas. Variando, yo soy así, también “El novio de la muerte” de la legión, siempre he sido muy de nuestra legión, de su forma de desfilar, vestimenta, canciones, marchas y costumbres. Pero sobre todo si hay una canción que me regocija sobremanera, me anima, me enerva y me traslada a mi querida Melilla mediterránea es esa joya hecha canción, por “el noi de Poble sec”, ese catalán universal Joan Manuel Serrat. Cuando la escucho me trae un cúmulo de recuerdos felices, olores a mar, imágenes y ese sol también tan marinero de nuestra querida tierra melillense y sobre todo su costa. Aunque esté lejos de ella, pero también en la Costa del Azahar mediterránea castellonense, mi mente se traslada a aquellos “Cortaos” tan cercanos de mi casa, a las playas de San Lorenzo, Mineral, Hípica y Miami.
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Otra curiosidad es que la primera canción que en 1968 estaba prevista para Eurovisión era precisamente con este título “EL TITIRITERO”, vaya por Dios ¿A qué me sonará esto? <
Aquí lo dejo, cuando ya por la tarde voy terminando el escrito y me pongo de nuevo la para mi mejor canción popular española de todos los tiempos, lo fue también para la crítica musical en el 2004. Escuchando a Joan Manuel Serrat recordamos también a sus poetas preferidos…Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, León Felipe, Luís Cernuda y otros muchos. <
Ya me encuentro mucho mejor, espero que alguna otra noticia no me amargue la noche y tenga pesadillas. Ahora a las 20h. acompañado de mi amigo y paisano Antonio Aguilar nos vamos a ver de jugar y ojala de ganar al C. MELILLA B. que juega en el Ciutat de Castelló contra el equipo local de su categoría, el Amics Básquest Castelló. Ya contaré algo.