No fue un gran partido el que se vio en Lepe, pero sólo importaba ganar, como así sucedió. Las cosas comienzan a verse de otro color. La zona de la salvación la tiene ahora a tiro de piedra, a tan solo 3 puntos y lo mejor de todo es que la imagen como visitante, con respecto a otros partidos, es bien distinta Por fin llegó la ‘cosecha’. La U.D. Melilla ganó ayer su primer partido de la temporada como visitante en el Campo Municipal de Lepe (Huelva). Son tres importantes puntos que le refuerzan en su objetivo de lograr la permanencia y sobre todo para creer en más victorias a domicilio.
No fue un gran partido el que se vio en Lepe, pero sólo importaba ganar, como así sucedió. Las cosas comienzan a verse de otro color. La zona de la salvación la tiene ahora a tiro de piedra, a tan solo 3 puntos y lo mejor de todo es que la imagen como visitante, con respecto a otros partidos, es bien distinta.
El conjunto de Carlos Granero se mostró sólido en defensa, posición en la que apenas pasó apuros, y el meta Dani Barrio no tuvo que emplearse a fondo.
Leperos y melillenses apenas hicieron méritos en el primer tiempo, pero en la segunda parte sólo hubo un equipo sobre el terreno de juego. El Melilla estuvo bien plantado atrás, con una gran actuación de los centrales y de sus laterales, dominio de la zona de creación e incordiante en ataque, con un excelente trabajo de Diego Cascón y David Cubillas.
Pero quien se marcó un gran partido fue David Álvarez, con mucha incidencia en el centro del campo, anticipándose a los onubenses y además rescató al Melilla con un gran gol con el exterior de su pierna derecha.
Este es el camino a seguir. El Melilla volverá a jugar el próximo domingo una nueva final, esa vez en casa, ante el Linares, otro rival directo en la lucha por la salvación.
Este fin de semana todo han sido buenas noticias para el deporte melillense. El Club Melilla Baloncesto ganó en un emocionante partido al Peñas Huesca por 72-70. El decano sigue haciendo de su cancha de juego un auténtico fortín. Además, no hay partido que los aficionados no dejen de disfrutar de su equipo, con sus corazones a prueba de ‘bomba’. Y es que, a 19 segundos para el final, el marcador reflejaba el empate a 70 puntos. Fue entonces, cuando apareció de nuevo Marcos Suka, que pidió la bola y logró la canasta vencedora, justo sobre la bocina. Éxtasis total y comunión perfecta entre equipo y afición.
Y, por último, hay que calificar de excelente la campaña que está realizando el Club Voleibol Melilla en la Superliga Masculina. El pasado sábado asaltó la cancha del que hasta entonces era su ‘verdugo’. Venció en un emocionante partido al C.V. Mediterráneo de Castellón por 2-3, tras forzar el ‘tie-break’. Los melillenses siguen en la zona alta, en la quinta posición y soñando aún con el Play-Off por el título, pero además haciendo historia en este deporte después de dos ascensos consecutivos. El próximo jueves disputará en Cáceres la Copa del Rey, en la ronda de cuartos de final, ante el Ibiza Voley.
