La magistrada del Juzgado de lo Penal nº2, María del Valle Cortés-Bretón, reanudó ayer el juicio contra el líder de Coalición por Melilla (CPM), por presuntas calumnias continuadas contra el actual presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín, a quien supuestamente acusó de narcotráfico en un Pleno de la Asamblea en 2010, así como en un programa de televisión nueve días después. Así, en su última palabra Aberchán mostró su malestar por la intervención de la fiscal quien le instó a rectificar ante la posibilidad de cometer un posible delito de injurias. Un 'debate' final entre la fiscalía y el líder de Coalición por Melilla (CPM), Mustafa Aberchán, dio fin al juicio contra el cepemista por presuntas calumnias continuadas contra Miguel Marín, en aquel momento vicepresidente de la Ciudad y actual presidente de la Autoridad Portuaria.
El presidente de CPM mostró su malestar al respecto de la intervención de la fiscal durante el juicio en el que, según indicó el cepemista en su derecho a la última palabra, sintió que el Ministerio Fiscal pecó de "falta de imparcialidad", todo ello, insistió desde el respeto al Ministerio Público, el juez y los letrados.
Estas afirmaciones no fueron baladí para la fiscal, quien alegó que lo único que hacía en el ejercicio de su profesión era defender la legalidad, y le indicó que podía estar cometiendo un delito de injurias por lo que le invitó a retractarse. Aberchán por su parte aseguró que se retractaría "sino se puede mostrar la sensaciones" al respecto de su "sentimiento" de malestar por el papel de la fiscal.
Previamente a este episodio, la Fiscalía había dado lectura a las conclusiones y aseguró mantener su escrito de acusación en el que pide como pena, una multa de 24 meses a razón de 12 euros de cuota diaria (unos 8.460 euros), toda vez que una indemnización por daños morales de 15.000 euros al afectado. No es así, en el caso de la acusación particular que ha descendido la cuantía en concepto de los daños causados de 100.000 a 30.000 euros.
"Los límites de la crítica permisible"
La fiscal indicó entre sus conclusiones que si bien la policía mantuvo entre los nombres entre los que estaba investigando a Miguel Marín fue en un "primerísimo" momento, dado que era interlocutor de uno de los detenidos en una conversación telefónica. Este es uno de los motivos por el que ve una falta de veracidad de las supuestas acusaciones vertidas sobre Marín.
En este sentido, la fiscalía también sostiene que si el acta del pleno no recoge exactamente las palabras contra Marín en las que le dijo que estaba siendo investigado por narcotráfico, es porque tal y como coincidieron varios testigos las declaraciones coincidieron con un "tumulto" de gente hablando. "Tumulto", que por otro lado la defensa alega para señalar como motivo de que los periodistas no se acordaran de que Aberchán hiciera esas declaraciones, sosteniendo además que en el Acta del Pleno, aprobada por la Asamblea no aparece.
De la misma forma, la Fiscalía aseguró que si bien es habitual un debate entre adversarios políticos las críticas, las declaraciones de Aberchán "superaron todos los límites de la crítica permisible", toda vez que si bien estas críticas podían ser vertidas por el "acaloramiento" del debate, fueron repetidas de diferente forma en un programa de televisión nueves días después y donde según indicó la fiscalía "amplió a blanqueo de capitales". Por su parte, la acusación particular defendió el perjuicio que dichas críticas hacían no solo de la vida privada, en cuanto al futuro laboral de Marín, sino en la esfera pública en aquel momento como vicepresidente primero.
No es la tesis de la defensa quien señala que la relación que hace Aberchán de Marín con la 'Operación Saco' afectan a su vida privada y no pública. Así, sostiene en cuanto a las supuestas calumnias en el pleno, que se iniciaron después de que miembros del PP "empezaran provocando" y señalando que él "iría a la cárcel", cuestión que también recalcó el cepemista en su últimas palabras.
Indicios en la 'Operación Saco'
Por otro lado, la defensa asegura que había indicios que apuntaban a una relación entre Marín y la 'Operación Saco', motivo por el que el cepemista le señala en la Asamblea y es que dicha relación empieza a "trascender a los puros rumores".
De la misma manera, la defensa resaltó el hecho de que el cepemista no le acusa directamente si no le señala que está investigado, adelantándose a la actual cambio de imputado a investigado, ya que no pretendía calumniar en ningún momento. Finalmente, la defensa se mostró sorprendida ante el cambio de la cantidad de la indemnización dado que "ya el honor ha descendido 70.000 euros sin justificación alguna".
El periodista de El País, último testigo
El motivo por el que el pasado lunes se tuvo que suspender el juicio fue la falta de la declaración de uno de los testigos clave para la defensa, el periodista de El País que escribía sobre la 'Operación Saco'. En este caso, el periodista aseguró a preguntas de la defensa que tras diversos artículos al respecto de dicha operación, desconoce si se archivó o no, dado que le trasladaron de área en la empresa. Éste era uno de los motivos que usó la defensa para indicar que las afirmaciones de Aberchán se hicieron desde el desconocimiento de que el caso se había archivado, dado que era su fuente de conocimiento al respecto de la vinculación de Marín con la operación. Sin embargo, el periodista aseguró que en el caso de que, el que era en aquel momento vicepresidente de la Ciudad hubiera estado relacionado con un delito de blanqueo de dinero y narcotráfico y él mismo tuviera pruebas lo hubiera publicado, sin embargo, en ninguno de sus artículos aparece el nombre de Marín directamente.
