El temporal de viento, con rachas que alcanzaban los 90 kilómetros por hora, trastornó ayer la totalidad de los vuelos con la Península y parcialmente los marítimos, provocó daños en forma de caída de árboles, luminarias, vallas y cascotes y rompió la normalidad de un domingo, incluso la obligación de suspender las actividades deportivas. Melilla quedó incomunicada por aire debido al fuerte viento que no sólo obligó a suspender todos los vuelos, sino que incluso conllevó que algunos que partieron con destino a nuestra ciudad desde Málaga o Madrid tuvieran que dar la media vuelta y aterrizar en el aeropuerto de la Costa del Sol. Por lo que se refiere al transporte marítimo, quedó anulado sólo el trayecto con Almería, no así Motril y Málaga.
Asimismo, los Bomberos tuvieron que realizar más 20 salidas para atender las incidencias provocadas por rachas que superaban los 90 kilómetros por hora, como la caída de árboles -uno junto al Estadio Álvarez Claro y otro dentro del colegio de Altos del Real-; desprendimiento de cascotes y luminarias, vallas que cedieron como las situadas junto a la Residencia de Mayores, farolas que acabaron por los suelos, etc. Además, se notaron los efectos de la lluvia del día anterior, con la caída de un techo de escayola en la calle Río Ter del Monte María Cristina o la cesión de un tabique interior del edificio que alberga el Bar los Taxis en la calle Sidi Abdelkader.
Por fortuna, ninguna de estas incidencias provocó daño personal alguno.
