El PP de Melilla consideró ayer que la actitud del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, carece del cambio y el diálogo que lleva defendiendo desde el martes en sus intervenciones durante el debate de investidura. La senadora del PP por Melilla, Sofía Acedo, argumentó esta idea al señalar que no puede haber diálogo cuando Sánchez se ha negado a hablar con el PP desde la celebración de las elecciones generales del 20 de diciembre, aun cuando fue el partido más votado, lo que supone “una ofensa” a sus más de 7 millones de electores. Respecto al cambio, Acedo defendió que éste ya se produjo hace cuatro años, tras la victoria del PP en las anteriores elecciones generales después de siete años y medio de “nefasta gestión” del Gobierno de Zapatero, por el que se llevó a cabo una “importante reforma” de las instituciones del Estado y las políticas.
Ese cambio impulsado por el Gobierno del PP ha permitido, según Acedo, recuperar a “un país al borde de la quiebra y del rescate de la Unión Europea” en 2011, cuando España era “el hazmerreír del mundo”, gracias a la creación de empleo, el apoyo al tejido empresarial, situando a la economía española como una de las que más crecen en Europa.
Por ello, Acedo consideró que el discurso de Sánchez ha sido “decepcionante”, habida cuenta que “tampoco ha sido capaz de desgranar un programa de gobierno a la altura de lo que necesita España”, limitándose en cambio a hablar del acuerdo firmado entre PSOE y Ciudadanos (C’s), donde la economía y el empleo ocupan “un lugar residual”.
También opinó que es “esperpéntico” que el PSOE se haya dedicado a “cambiar” dicho acuerdo en función del partido al que se lo ha enviado para que se sumara, al tiempo que afirmó que se ha dedicado a “engañar” a los españoles porque sabía que no tenía los apoyos suficientes para sacarlo adelante si no se sumaban más partidos.
La senadora criticó que el discurso de Sánchez no estableciera líneas rojas y negó que haya puesto en marcha “el reloj de la democracia”, por lo que instó al dirigente socialista a que “deje esa arrogancia y mirarse el ombligo”, además de exigir la marcha de Rajoy cuando fue el más votado de su circunscripción y líder del partido ganador el 20D.
