La particular plantación con "bombas de semilla" ha sido un éxito. Unas 600 bombas han plantado los melillenses que han asistido a la reforestación en la loma de Aguadú, un espacio protegido, recuerda el coordinador del Área de Conservación de Guelaya, Manuel Tapia. La particular plantación con "bombas de semilla" ha sido un éxito. Unas 600 bombas han plantado los melillenses que han asistido a la reforestación en la loma de Aguadú, un espacio protegido, recuerda el coordinador del Área de Conservación de Guelaya, Manuel Tapia.
Estas "bombas de semilla" son hechas con arcilla y con semillas procedentes de arbustos halófilos propios de la zona, con el fin de que se arraiguen con la lluvia a la loma, un lugar poco accesible pero con posibilidades de tener una gran cobertura vegetal.
Los estudiantes del Huerta Salama han sabido combinar diversión y protección del medio ambiente, con esta actividad que organiza por primera vez la entidad ecologista, ya que además de hacerlas en el instituto, la forma de plantar estas semillas es tirándolas lo más lejos que puedan para que se enganchen a la loma. Finalmente, los más grandes han dado cobertura a las zonas más lejanas y los más pequeños a las que se encontraban más cerca.
Cabe recordar que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir fue quien le solicito esta plantación y quien le ha gestionado los permisos y es que estos terrenos pertenecen al Ministerio de Defensa.
