Tanto la fiscal como la acusación popular pidieron al jurado el dictamen de Salah El Kajou como culpable, por el asesinato de la joven Hanan Outmani y su compañero Mhamed Oualkadi. Y es que entienden que si bien no existen pruebas directas, sí hay pruebas indirectas suficientes que acreditan la responsabilidad del acusado. El visionado de las cámaras, las declaraciones de los agentes sobre las manifestaciones en sede policial, son solo algunas de las pruebas que consideran determinantes. La fiscal explicó al jurado la cuestión de las pruebas directas a la que hacia referencia la defensa para solicitar la absolución de Salah El Kajjoui, y es que según relató "son pocas veces" las que se obtienen todas las pruebas directas de un suceso, ya que sino "las cárceles estarían vacías". Así, recalcó que los hechos sucedieron con tanta "rapidez" que apenas el suceso pudo dar lugar a la obtención de pruebas, en especial, por el estado "impoluto" del coche cuando fue a llevar a cabo la inspección policial.
Asimismo, recordó los testimonios de las familias que no solo llegaron a tener miedo de que el acusado pudiera acabar con la vida de Hanan, sino también con la de los propios tíos, a quienes según testificaron les amenazó con "quemarles el coche". A esto se suman, las dos condenas por violencia de género que caen sobre el acusado, así como una de quebrantamiento.
La fiscal también se llegó a apoyar en la declaración de uno de los agentes de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección (UPAP) quien describió al acusado como una persona con bastante inteligencia que planeaba las coartadas antes de incumplir con la orden de alejamiento.
Un testigo del bar en Castelar
De la misma forma, el Ministerio Público enumeró las "mentiras" en la que el acusado había incurrido durante su declaración como la supuesta cita que había solicitado con su abogada, y que ésta niega. A esto se suma entre otras, la conversación que mantuvo con el sobrino para que fuera a buscar el coche, que supuestamente dijo a la policía que no había traído a la Jefatura.
A este respecto, recordó las declaraciones de su sobrino sobre la llamada que realizó el acusado minutos antes del asesinato, la cual si fuera falsa la fiscal considera que "no hubiera dejado a su tío un año en prisión". Otra de las cuestiones que ha preguntado la fiscal, es porque si fue realmente al bar de la calle Castelar a por un bocadillo de calamares, por qué no habían traído a ningún camarero como testigo.
También recordó las declaraciones iniciales del acusado en las que aseguró que llevaba el coche cargado de escombros cuando este se encontró "impoluto", dando a pensar que había sido limpiado a conciencia, en especial, por la retirada del cartel de 'se vende' que se podía ver el día antes en las cámaras de la frontera de Farhana.
"No hay más ciego que el que no quiere ver", afirmó la fiscal al respecto de la firme creencia que su sobrino manifestó en el juicio sobre la inocencia de su tío, ya que entiende que los lazos familiares siempre determinan cualquier caso. Asimismo, aseguró que las características facilitadas por los forenses de las heridas que sufrían los cadáveres de Hanan Outmani y Mhamed Oualkadi muestran que fue con "ensañamiento y alevosía".
"Un peligro para cualquier mujer"
Por su parte, el letrado de la acusación popular ejercida por la Asociación Pro Derechos Humanos (Apdh) Melilla calificó a El Kajjoui como un "maltratador" ya que considera a las mujeres como "objeto y de su propiedad". Así, aseguró que las edades en la que Outmani y el acusado contrajeron matrimonio -ella con 16 y él con unos 40 años- demuestran también otra de las características del maltratador ya que se "garantizaba poder hacer lo que le diera la gana".
Asimismo, aseguró que si bien el arma no se encontró, hubo testigos que si lo vieron en alguna ocasión con dicho cuchillo. Por otro lado hizo referencia a la declaración del sobrino del acusado, de la que se desprende, apuntó la acusación, una "gran relación de confianza". Por ello, Apdh solicita la condena para El Kajjoui ya que es un "peligro para cualquier mujer", aseveró el letrado de la acusación.
