La Delegación del Gobierno ordenó que desde ayer tarde se adoptara, como primera medida, un refuerzo de la presencia de agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil y también de la Local, en Melilla la Vieja y el Mantelete tras el último altercado protagonizado por jóvenes y menores extranjeros no acompañados (MENAS) con la rotura de lunas de vehículos de la zona. Desde la Ciudad Autónoma se señala que se desconoce el número de menores que viven en la calle, pero que en el Centro de Purísima se acogen ya a 340 y que los 17 últimos se incorporaron hace dos días. El delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, anunció que a petición de los vecinos del Mantelete y el Pueblo, ayer se celebró una reunión en la sede gubernativa a la que acudieron el jefe superior de Policía y responsables de la Comandancia de la Guardia Civil para analizar los últimos altercados protagonizados por los llamados 'niños de la calle', los jóvenes extranjeros y menores no acompañados que se ocultan en distintos espacios de la ciudad, como la escollera y Melilla la Vieja.
"Se han puesto sobre la mesa una serie de medidas intentando poner orden en un problema tan delicado y complejo que estoy convencido que no se resuelve con medidas policiales en las que se trabaja", sino también en otras de tipo social y educativo como afirmó lleva a cabo la Ciudad Autónoma a través de la Consejería de Bienestar Social. También se está trabajando con la Fiscalía de Menores, así como con la Secretaría General de Inmigración.
Confía que las medidas adoptadas y que se pusieron en práctica ayer mismo, "surtan efecto y podamos mejorar la situación". En concreto, se ha ampliado la presencia policial en estas zonas de forma coordinada entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía Local.
Ciudad Autónoma
Por su parte el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, en declaraciones a este Diario, reconoció que ayer no participó en este encuentro, pero sí en las que con asiduidad se mantienen en Delegación del Gobierno sobre este asunto en las que se analizan distintas vías de actuación. "Sabemos que hay una bolsa de jóvenes y menores extranjeros no acompañados (MENAS) que viven en diferentes zonas de la ciudad y que van a la escollera, el Mantelete y Melilla la Vieja. No conocemos la cifra pero hay quien dice que son más de ochenta", indicó.
Reconoció que a los melillenses les genera "mucha inseguridad" la presencia de los menores por la calle pero indicó que los que cometen delitos son "una minoría" y que la mayoría de ellos, como se comprueba con los que están acogidos, llevan "una vida normalizada". "Es cierto que hay una parte de estos chavales de la calle que delinque, que cometen faltas, pero no se debe generalizar, y no es cuestión de criminar a todos. No es bueno asociar MENA con delincuencia, porque la mayoría de ellos no comete delitos, son chavales que se comporta bien", dijo.
No obstante, reconoció que para aquellos que incumplen las normas, "no disponemos de los recursos legales para poder aplicarles las consecuencias que pudieran ser proporcionadas a los hechos que llevan a cabo, esto es algo pendiente que espero se pueda solucionar pronto por parte del Gobierno central, que se puedan modificar las normas y leyes que hacen que haya en esta ciudad una protección excesiva para los menores que incumplen las normas", aseveró.
Aumentan las acogidas en Purísima
Al margen de los aproximadamente 80 jóvenes y menores extranjeros que viven en la calle, indicó el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que el Centro Purísima acoge en estos momentos, a fecha de ayer, a 340 MENAS, cifra que sigue fluctuando entre los 300 y los 350, "porque hay muchos niños que se marchan del centro mientras que otros se incorporan". De hecho indicó que esta misma semana se han producido 17 nuevas incorporaciones.
