La U.D. Melilla sumó en la matinal de ayer domingo una importante victoria por 1-0 en la gran final que jugó ante la Balompédica Linense y que significa un importante balón de oxígeno de cara a sus aspiraciones de lograr la permanencia, de la que le separan 4 puntos, aunque tiene un partido pendiente ante el Linares Deportivo y que se disputará el día 30 de marzo en el Estadio Municipal Álvarez Claro.
La Balompédica Linense inició muy bien el partido, ejerciendo una fuerte presión sobre la defensa melillense para no poder salir desde atrás, aunque los locales se soltaron de dicha presión pasado los primeros quince minutos y comenzaron a llevar la iniciativa en el juego, aunque sin ocasiones.
El único peligro de la Unión Deportiva llegaba a balón parado, en dos saques de esquina en los minutos 14 y 43, el primero botado por Sufian pero el balón se paseó por el segundo palo sin encontrar rematador que empujase el cuero a la red, y el segundo fue rematado por David Cubillas en el centro de la portería, fuera, bastante alto.
El Melilla no veía peligrar su portería ante una Balona que nunca pisó el área, convirtiéndose el meta Dani Barrios en un mero espectador del encuentro. Los melillenses comenzaban a entrar con criterio por las bandas y así consiguió marcar el único tanto del partido a dos minutos del descanso, en un robo de balón de Sergio Díaz que pasó sobre Pepe Romero, que entró por la banda izquierda, penetró en el área gaditana y sirvió a placer para Nacho Aznar, que tras controlar el cuero lo empujó a la red ante el delirio del respetable que se encontraba en las gradas.
Los mejores minutos de juego de los azulinos llegaron en el inicio del segundo tiempo, en los que pudieron dejar sentenciado el partido en los compases iniciales y no pasar los agobios de la recta final. Así, David Cubilas desperdició tres claras ocasiones. La primera gran ocasión llegaría en el 46′, en un centro de Sergio Díaz desde la banda izquierda que remató el castellonense de cabeza, saliendo el balón fuera, por muy poco. La segunda en el 51′, en la que Nacho Aznar pasó sobre Cubillas y éste remató mansamente a las manos del meta Mateo en la boca de gol, aunque se quejó de un posible penalti, por una entrada por detrás de un defensor. Y la tercera y última en el 56′, en una gran jugada de Pepe Romero que pasó sobre Nacho Aznar y éste puso el balón para que David Cubillas disparase a placer, pero el cuero salió fuera de puerta.
Fue entonces cuando tocó sufrir, aunque el cuadro gaditano no creaba peligro alguno hasta los últimos veinte minutos. Manolo Ruiz, técnico de los balones, movió el banquillo y su equipo perdonó ante la portería unionista. Espinar le ganó la partida a Nando y se marchó sólo a puerta, pasó sobre Stoikov y éste con todo a su favor mandó el balón alto, cuando ya se temía por el empate. Y en el 82′, Canario estrelló en el larguero.
A partir de entonces, los melillenses durmieron el encuentro y sacaron adelante un compromiso bastante complicado, pensando ya en la nueva final que disputará el próximo domingo en la Ciudad Deportiva del Sevilla F.C. ante el filial hispalense, cuarto clasificado.
