El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha destacado el buen comportamiento de la población de la ciudad autónoma ante los movimientos sísmicos que se están registrando desde enero en el Mar de Alborán, ya que a pesar del susto, no se están dando episodios de "histeria" o "miedo". "Los melillenses nos estamos acostumbrando a esto de los movimientos sísmicos, es una época que nos ha tocado vivir que espero que pase pronto", ha dicho Imbroda a preguntas de los periodistas, después de que Melilla percibiera ayer con cierta intensidad dos seísmos de 4.8 grados separados por 13 minutos.
Imbroda ha informado de que se han producido pocos daños como consecuencia de estos temblores, con más de 20 salidas del Cuerpo de Bomberos por la aparición de grietas y caídas de cascotes sin gravedad.
El presidente melillense ha dicho que el dispositivo está preparado por parte de los servicios técnicos, del que ha destacado su buen funcionamiento y disposición para "trabajar y colaborar al máximo" tras el terremoto principal de 6.3 grados del pasado 25 de enero, y de las posteriores réplicas de mayor magnitud, entre ellas las dos de ayer.
Asimismo, ha confiado en que Melilla haya "tocado techo" con el terremoto principal de 6.3 grados, dado que "de la providencia de la Sismología se sabe poquito", y ha recordado que la magnitud de este terremoto es cercana a la de otros que fueron más devastadores en la historia, como el de San Francisco de 1989, que tuvo una intensidad de 6.9 grados.
Visita secretario de Estado
Por último, ha informado de que el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, viajará a Melilla a finales de este mes para firmar los convenios que se derivan del protocolo que firmaron el Gobierno de España y la Ciudad Autónoma el pasado 24 de febrero para cubrir los daños provocados por el seísmo, valorados en 12 millones de euros.
Nuevo temblor
Las réplicas continuaron el domingo y ayer se notó una en la ciudad, en concreto un temblor de 4.1º en Alhucemas a las 21.54 horas.
