La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) destaca la agilización de los traslados. “Ha habido, sin duda, una mejora en los plazos y tiempos de traslado, ahora es más rápido”, apunta la portavoz de la Agencia de la ONU. Sin embargo, insiste en otra petición de la entidad: es necesario que haya “criterios claros de traslado, que se evite que pueda haber eventualmente una arbitrariedad, sea transparente y se sepan cuándo serán los traslados, los plazos y los motivos”. De esta manera, se podrá evitar la rumorología y la incertidumbre entre los refugiados, que ha dado lugar a varias concentraciones en los últimos meses.
Este mejor ritmo en los traslados, unido a la ralentización de la llegada de refugiados a Melilla, ha dado lugar a un CETI con apenas 500 residentes, frente a la media de 1.500 que había en 2015. Esto permite trabajar de manera individualizada con quienes allí están acogidos y poder identificar sus necesidades y a los grupos vulnerables. No obstante, a ACNUR le gustaría que se pudieran cumplir las normativas europeas en materia de acogida y que pudiera convertirse en un centro de registro y de paso en el que los migrantes tuvieran que estar “el menor tiempo posible”.