La Semana Santa trae consigo un largo período de descanso en las escuelas, lo que siempre es una alegría para los más pequeños y los adolescentes de la casa. Este año, se suman un total de 16 días de vacaciones, lo que también supone un motivo de preocupación para muchos hogares, que no saben muy bien cómo encajar las vacaciones de sus hijos. Algunos padres han compartido que no les queda otra opción que tirar de personas de confianza para encomendarle el cuidado de sus niños durante estos días. En este aspecto, los abuelos vuelven a jugar un papel primordial en la vida de muchas familias. Por otro lado, los padres que pueden permitírselo acaban ajustando sus descansos con los periodos vacacionales de los más pequeños de la casa. La Semana Santa se ha convertido en una de las vacaciones preferidas de los niños. Y no es de extrañar. Según marca el calendario escolar, los alumnos de Melilla se despidieron de las aulas el pasado 19 de marzo, a las que no regresarán hasta el próximo 4 de abril. En total, este año suman 16 días sin tener que madrugar para llegar al colegio puntuales.
No obstante, la ausencia de las clases plantea a muchos padres un gran dilema, sobre todo a quienes tienen que compatibilizar su agenda de trabajo con la de los niños. Juanjo Navarro y Mónica Seía, por ejemplo, afirman que han adaptado sus descansos a los de su hija Rebeca, de nueve años. “Nos hemos tenido que repartir las vacaciones. Mi marido se ha cogido una semana y yo la siguiente, para poder atender a la niña durante estos quince días”, expone la madre.
Otros tienen la suerte de contar con la total disposición de los abuelos. Para P. Medina, “siempre es una satisfacción” poder hacerse cargo de su nieto de tres años y medio, que corretea de un columpio a otro ante su atenta mirada. “La madre está estudiando, soy yo quien le pide que me lo deje”, ríe.
En el caso de Ahmed Karraz, no le queda otra que disfrutar de los días libres con su niña de tres años y su pequeño de uno. “Hoy estoy de festivo, pero el resto de los días trabajo. Es una pena no poder aprovechar sus vacaciones con ellos, pero al menos tienen a la madre que los puede cuidar”, expone.
