La U.D. Melilla afrontará hoy domingo (Estadio Municipal Álvarez Claro: 12’00 horas) ante el Almería B el primero de los dos encuentros consecutivos que jugará en casa en menos de cuatro días, ya que el próximo miércoles recibirá también en el Estadio Municipal Álvarez Claro al Linares Deportivo, en partido de la 27ª jornada del Grupo IV de la Segunda División B que fue aplazado el pasado día 28 de febrero por el fuerte temporal.
Los locales necesitan sumar los tres puntos ante el filial -colista del Grupo IV y descolgado en la clasificación-, ya que de lo contrario daría un paso atrás en sus aspiraciones de mantener la categoría.
Carlos Granero, entrenador del Melilla, ha mentalizado durante la semana a sus jugadores sobre la importancia de superar a un rival directo, y sobre todo ha incidido en jugar con una gran intensidad, sin confiarse lo más mínimo de que el Almería B sea el farolillo rojo de la clasificación general.
Los melillenses llegan a este encuentro en un gran momento, después de haber sumado en las dos últimas jornadas 4 puntos, una victoria en casa ante la Balompédica Linense y un empate en el terreno de juego del Sevilla Atlético, cuarto clasificado.
La Unión Deportiva es consciente que la permanencia pasa por ganar en casa, aunque Carlos Granero sigue creyendo en las posibilidades de su equipo a domicilio, es decir, que «hay que ser gallito en corral propio y en corral ajeno», frase que puso tan de moda hace ya algunas temporadas el que fuera entrenador azulino, Álvaro Rodríguez Ros, ‘Alvarito’.
A este respecto, el actual entrenador del Melilla fue claro: «Sigo insistiendo en que la permanencia no está solo en casa, pues también hay que puntuar a domicilio. Yo no me fío solo de ganar en casa, porque así es muy difícil. Esta es mi teoría, la sigo manteniendo y la demostramos el pasado domingo».
Sin embargo, afirmó que en casa hay que ser fuertes. «Tenemos que entender que en el Álvarez Claro está nuestra salvación y que la línea en casa no está siendo para nada mala. Aquí debemos hacer incómodos los partidos al contrario, pero sobre todo debemos tener muy en cuenta lo que hemos luchado y trabajado en estos meses para encontrarnos una situación como la que tenemos ahora mismo, en la que jugamos dos partidos seguidos en casa, pero las estadísticas dicen que ganarlos no es fácil».
«Estamos en unas circunstancias que son propicias para nosotros y que no se producían desde hacía muchos meses. Hasta hace pocas jornadas dependíamos del contario, más de lo que teníamos que hacer nosotros, pero ahora únicamente está en lo que seamos capaces de ofrecer. Nos encontramos en un punto de la competición en lo que se está cociendo todo y que somos conscientes que en casa, con estos dos partidos, podemos ver la competición de otra manera».
En este sentido, significó que los partidos como local «nos pueden dar otra realidad, perspectiva y enfoque, en el que cualquier paso atrás no será una tragedia, pero sí casi definitivo». Sin embargo, «el equipo llega bien, es consciente, está respondiendo y somos realistas de lo que nos jugamos en las dos próximas jornadas».
El entrenador del conjunto melillense ha conseguido que su equipo sea sólido en defensa, aunque no cree que le falte ser más incisivo en ataque. «Un entrenador debe vestir al equipo con la ropa que se encuentra en el armario y el Melilla necesitaba crecer a partir de lo defensivo, de un equilibrio de no encajar goles. Llevo dos meses y efectivamente hemos logrado frenar esa sangría, pero al equipo poco a poco le va gustando más. Ante el Sevilla Atlético, el porcentaje de posesión fue muy bueno para nosotros e incluso hubo fases del partido que le quitó el balón al rival y propuso cosas, al igual que ante la Balompédica Linense. En ese aspecto, va creciendo, pero no somos un equipo redondo y de una calidad técnica individual que nos permita hacer un fútbol bonito».
«Ya he dicho muchas veces que no voy a engañar a nadie. No voy a construir un equipo para jugar bonito, sino para salir de esas posiciones. Hay que ser conscientes de dónde estamos, pero hay que seguir remando. No se puede salir de abajo jugando bonito e intentar sacar el balón desde atrás. No tenemos ese equipo y con lo que tenemos hay que buscar un fútbol que nos saque de ahí abajo», aseveró Carlos Granero.
Además, recordó que no ha dispuesto de jugadores de calidad técnica, «como David Vázquez y Manolo», aunque indicó que nunca se ha quejado de ello. «Con lo que me he encontrado, intento construir un equipo que nos salve y es muy difícil ser superior al contrario y generar cinco ocasiones, pero creo que no somos ese equipo».
«Estamos construyendo un equipo competitivo, que sepa jugar cada partido, que sepa adaptarse, superar las dificultades y poco a poco ir creciendo. Igual no me da tiempo, pero no me lo pidáis todo porque no lo puedo dar. En dos meses es imposible, y para eso a lo mejor necesitas otra material, pero de momento estoy contento con lo que hay», resaltó.
Granero destacó que el Almería B tiene muy buenos jugadores. “Es un equipo que juega bien y a pesar de su clasificación sabe lo que hace. Es un filial más típico y a nivel individual tiene futbolistas de gran calidad técnica, reconocibles en la categoría», destacó el entrenador el Melilla, quien afirmó que su equipo debe jugar con la misma intensidad y mentalidad que ante el Sevilla Atlético. «La ambición debe ser la misma que la del pasado domingo, pues cometeríamos un gran error si no acabamos de respetar al Almería B si miramos su clasificación. Hay que afrontar el partido con el mismo rigor, seriedad, disciplina y predisposición que en los demás encuentros», concluyó.
