Enrique Remartínez, candidato del PNM (Partido Nacionalista de Melilla) a la Alcaldía, consideraba que los demás partidos estaban "montando la batalla de ver quién es el más autonomista". No tenía demasiada confianza en que este tipo de discusiones llevaran a ningún lugar, por lo que se mostraba más partidario de promover la movilización de los melillenses. Remartínez esperaba lograr el suficiente respaldo popular en las elecciones como para promover, desde el Ayuntamiento, el traslado de melillenses a Madrid para dejar patente, la injusticia que suponía el no haberse aprobado aún el Estatuto de Autonomía.
