Tan solo 24 horas después de haber sido detenido por presuntamente quemar un camión, romper coches con un bate de béisbol y amenazar a los vecinos del barrio del Tiro Nacional, tras lo que posteriormente intentó quitarse la vida, el joven de 26 años que fue ingresado en Psiquiatría del Hospital Comarcal logró escapar. La fuga, sin embargo, apenas duró menos 48 horas porque el sábado efectivos del Grupo de Prevención y Reacción (GPR) de la Policía Local lograron localizarlo y detenerlo, nuevamente para ser puesto a disposición judicial.
El joven español de 26 años de edad fue detenido por la Policía Local por primera vez el pasado miércoles después de que una patrulla fuera alertada de la presencia del individuo, que en una de las calle de las viviendas del Tiro Nacional estaba supuestamente rompiendo los parabrisas, ventanas y espejos retrovisores de los vehículos estacionados. Posteriormente quemó un camión y finalmente intentó quitarse la vida, algo que impidieron las fuerzas de seguridad.
Ello motivó su puesta disposición judicial, que ordenó su ingreso en el módulo de Psiquiatría el Hospital Comarcal, en una zona vigilada. Sin embargo, el jueves consiguió huir, aunque no se conoce oficialmente en qué circunstancias y cómo.
Sin embargo, dos días después, en concreto el sábado, efectivos del Grupo de Prevención y Reacción (GPR) consiguieron dar con él en la misma urbanización del Tiro Nacional, cuando se encontraba en el interior de un vehículo, según han confirmado a MELILLA HOY fuentes policiales. El joven quedó detenido a disposición judicial "por daños y resistencia a agentes de la autoridad".
Según han indicado, el arrestado "es agresivo", como demuestra el hecho, apuntan, de que una sola jornada hubiera presuntamente causado daños en un gran número de coches, además de la quema de un camión. Esta persona habría usado un bate de béisbol para golpear a los vehículos allí estacionados, además de llevar con él un arma blanca y una botella con gasolina.
Horas más tarde de protagonizar estos altercados y daños, el individuo se encontraba en un precipicio, que linda con el Monte María Cristina, con la intención de despeñarse si alguien se acercaba. Cuando el joven se percató de la presencia policial, que constaba de una patrulla más y una dotación de paisano de Policía Local, además de otra de paisano del Cuerpo Nacional de Policía; emprendió la huida otra vez, corriendo de nuevo hacia las viviendas del Tiro Nacional. Una hora más tarde, el individuo fue localizado en una calle del barrio, y con el fin de eludir a los agentes, accedió por un portal a uno de los inmuebles y subió hasta la azotea, descolgándose por una cornisa hasta alcanzar una ventana de una de las viviendas a la que se encaramó. Así, tras romper de una patada el cristal de la ventana, se introdujo en ese domicilio, amenazando con un trozo de cristal a los habitantes de esa vivienda y a los agentes. Finalmente fue detenido y tras su fuga 24 horas después, nuevamente arrestado.
