Como saben en Melilla, existen nombres de militares de alta graduación, que mucha gente desconoce. Uno de ellos es el del Tte. Coronel, Ortega Lores, y es el que escribe esta carta; y dice así: "Queridos melillenses: Me llamo, José Ortega Lores, y pertenezco al Bon. de Cazadores de Arapiles 9. Nací en Barcelona el 16,08.1856. Pocos días me faltaban para cumplir los 53 años cuando, el 27.07.1909, me mataron los moros en el Barranco del Lobo, junto al Glorioso General, D. Guillermo Pintos Ledesma. El motivo de dirigirme a ustedes es debido, a que tengo por vecino, en el Panteón de Margallo, al General de Brigada, D. Darío Díez Vicario. Él está en la fila 3 nº 9, y yo, en la misma fila, en el nº 7. Desde hace tiempo me comenta que debiéramos escribirles a ustedes, como lo están haciendo muchos compañeros, para que así conozcan nuestros nombres, los hechos de armas, y los lugares donde caímos. Vencida mi timidez, aquí me tienen ustedes, junto al General Díez Vicario, que me comunica que escriba que es un cántabro nacido en Reinosa, dos meses antes que yo, el 16.06.1856. Heróicamente cayó al frente de sus tropas, del Rgto. Infantería Covadonga 40, en el combate librado el 30.09.1909, en el Zoco Jemis de Beni Bu Ifru en las inmediaciones de Zeluán; al oeste de esa Alcazaba. Como dato anecdótico, debo señalar que, por esas fechas, en el Bon. de las Navas se presentó como voluntario, un prestigioso abogado de Cartagena, familiar del Teniente de Caballería, señor Angosto. El General me dice que no refleje las recompensas que luce en su pecho, pero que detalle las mías. Como sería largo, y necesitaría varias cuartillas para reflejarlas, solamente diré que los dos nos sentimos muy honrados, en llevar en nuestros pechos las condecoraciones que nos impuso nuestro Ejército: Desde la Declaración de Beneméritos de la Patria, Cruces de San Hermenegildo, de María Cristina, Cruces Rojas, y Blancas, y las que nos guardamos en nuestras almas, para entregarlas a cualquier soldadito que nos encontramos, a menudo, paseando por estos patios, todos empapados de heroísmo, ya que fueron ellos, soldados españoles, los que se cubrieron de Gloria Patria, bajo nuestro mando, ofreciendo sus vidas, frente al enemigo, en defensa de nuestra ciudad, nuestra cultura e idiosincrasia europea, como el soldado de mi Batallón, Francisco Pérez Jiménez, que solo es un muchacho de 24 años. Este soldado es soltero, nacido en Navarredonda, en la provincia de Salamanca, y me dice que falleció a las dos de la madrugada del 24.09.1909, en el Hospital Militar, a consecuencia de una peritonitis abierta, debido a la explosión por un proyectil, en el fatídico Barranco del Lobo. Mi General me comunica, que también les diga, que a las 8 de la mañana del día 30 de ese mismo mes, la Banda de Música del Acorazado "Carlos V", interpretó el Himno a la Bandera, en honor de nuestras tropas, por la Victoria obtenida, ese mismo día. Y como sé que hay muchos otros compañeros, que también desean dirigirse a ustedes: Tanto el General Díez Vicario, el soldado Francisco Pérez, y este Tte. Coronel, que les escribe, desean enviarles un fuerte abrazo, con el cariño que ustedes merecen. Rogándoles que cuando visiten a sus deudos, dirijan una mirada, una pequeña oración, o una simple sonrisa, a este Panteón donde nos encontramos".
Cuando hablamos de los Héroes, o escribimos sus nombres, refiriéndonos a sus hechos de Gloria y Laurel, cualquiera que tenga sensibilidad de Patria, no sé a ustedes, pero a mí me parecen bellos y hermosos, y más si son bañados de fina poesía. Yo tengo la sensación emotiva, que los que descansan en nuestro Cementerio, representan el generoso, y perfumado corazón, crisol de todo lo español, en esta orilla africana. Las almas que emergen, vestidas de incienso y arco-iris, desde la montaña abdominal de La Purísima, a veces la diosa Niké, como "Ángel de Bronce", con cariño, las llama al orden, porque el viento que a él lo acaricia, es traicionero, y con su filo cortante puede dañarlas.
Y para tener encendida la llama de mi perenne petición, repito que el Cementerio de La Purísima, debe denominarse: "CEMENTERIO NACIONAL DE HÉROES".
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