La funcionaria del Juzgado de Instrucción número 2 (antes del número 5), Alejandra L., sigue con las mismas funciones que tenía hasta el momento a pesar de las revelaciones del Caso Montecristo, en el que, una vez levantado el secreto de sumario, se ha conocido que la investigación considera que esta trabajadora temporal "pudiera haber facilitado (a un grupo criminal) información sensible o secreta de carácter policial-judicial de distintos procedimientos" a los que tenía acceso por su puesto de trabajo, incluidos los que estaban bajo secreto. Alejandra L., según el sumario que investiga las posibles revelaciones de secretos por parte de un "perfil delictivo" en las redes sociales llamado Lisbeth Salander, ha podido ser presuntamente una de las filtradoras de informaciones secretas de los sumarios que se han seguido en el juzgados de Melilla contra el Gobierno del PP.
Según decía Mari Nieves Vidas -detenida en la operación junto a seis personas más-, Alejandra L. no escondía su animadversión hacia el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (PP) y al Editor del periódico MELILLA HOY, Enrique Bohórquez López-Dóriga, a los que literalmente "odia formalmente", según las conversaciones telefónicas captadas por la Guardia Civil durante la investigación de este caso.
Alejandra L., hermana a su vez de uno de los perfiles de Facebook más activos y conocidos por tener como foto a un "gorila blanco", "ha interactuado principalmente con una de las personas detenidas en la Operación Montecristo como pertenecientes a Grupo Criminal, Nieves Vida Verdú", según refleja el informe de la investigación policial.
De este modo, añade que "del análisis de todas las conversaciones, se desprende que la funcionaria judicial pudiera haber facilitado información sensible o secreta de carácter policial-judicial de distintos procedimientos, a los cuales podría tener acceso por razón de funciones".
Con Alejandra L. podría "haber habido un tratamiento inadecuado del proceder profesional e impropio en la obtención y custodia de información que pudieran derivar en actuaciones ilícitas contempladas en el artículo 417.1 del Código Penal, respecto a la autoridad o funcionario público que revelare secretos o informaciones de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o cargo y que no deban de ser divulgados".
Según los investigadores, Alejandra L. revela a Nieves Vida detalles de procedimientos judiciales. Por ejemplo, cuando Nieves dice que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil estaba en Melilla porque ella los vio físicamente, y Alejandra L. le responde: "La semana pasada también estuvieron aquí". "Alejandra L. no solo lo confirma, sino que le amplía con más datos", apunta al respecto la Guardia Civil.
La funcionaria judicial le reconoce más tarde que "las diligencias son secretas", a las que tienen acceso tres personas del juzgado: ella misma, la juez y otra funcionaria. Las diligencias "están en una caja fuerte", pero habla de ellas sin tapujos con Nieves Vida por teléfono.
En las diligencias se señala que también pudiera ser Alejandra L. quien filtró parte del sumario de la Operación Ópera, que estaba decretado bajo secreto. Nieves Vida y el perfil Lisbeth Salander tenían mucho interés en conseguirlo. De hecho, Vida Verdú lo intentó a través de Ángel L., el hermano de la funcionaria judicial, que lo tenía pero que se negó a pasarlo porque se lo había prometido a la persona que se lo había facilitado a él.
A pesar de todos estos datos, Alejandra L. sigue en su puesto, manejando información secreta y sensible de distintos procedimientos judiciales.
