El presidente de las empresas Gaselec y Cablemel, Gustavo Cabanillas, debe hablar alto y claro, y decir si ha concedido alguna subvención a Manos Limpias a cambio de sus intentos de tumbar al Gobierno de Imbroda y del PP
La noticia saltaba a primeras horas de la mañana del viernes: el máximo responsable del pseudo sindicato "Manos Limpias", Miguel Bernard, era detenido por presunta extorsión, organización criminal, fraude, estafa y administración desleal.
Esta organización ha tenido en estos últimos años una presencia notable en Melilla de la mano de los grupos de empresas que preside Gustavo Cabanillas, Gaselec y Cablemel, y desde esta organización se han presentado las querellas que llevaron al presidente de la Ciudad Autónoma ante el Tribunal Supremo por un falso delito de prevaricación, que fue tumbado por los jueces, así como por otros asuntos como fueron los convenios de publicidad de la Ciudad Autónoma con los medios de comunicación locales, querella que también fue desestimada por los tribunales de Justicia.
Pero quizá eso le diera igual a 'Manos Limpias', lo que quería era otra cosa: perjudicar a las personas que denunciaban, aunque estas fueran finalmente absueltas, como ha ocurrido. Porque sus objetivos eran otros, eran sobre todo políticos y empresariales, sentando por ejemplo al presidente de Melilla en el banquillo de los juzgados a escasos meses de unas elecciones o paralizando los convenios de publicidad con los medios.
Y es aquí donde el grupo de empresas de Gustavo Cabanillas podría haber jugado un papel importante, trayendo a Melilla a Manos Limpias, dándole una cobertura infinita en sus medios de comunicación, como la rueda de prensa que ofrecieron en Melilla el 20 de junio de 2013, a la que pertenece esta foto, y en la que sobreponemos la imagen del empresario melillense. Cabanillas debería explicar cuál es su relación con Manos Limpias y qué contraprestación se produjo con el pseudo sindicato que, según las informaciones que ayer se manejaban, podría haber actuado como una organización criminal.
Todo ello después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional acuse a los responsables del sindicato Manos Limpias y Ausbanc de delitos de extorsión, pertenencia a organización criminal, fraude en las subvenciones, estafa y administración desleal.
En este aspecto cabe resaltar que según las pesquisas, obtenían ayudas públicas fraudulentas y realizaban "otras prácticas delictivas" como la "retirada de la acción penal en algunos procesos previa exigencia de importantes cantidades de dinero". Estas prácticas se realizaron "de forma organizada y prolongada en el tiempo" y dieron a la organización unos beneficios de unos cuatro millones de euros, según la investigación.
Cabanillas debe hablar alto y claro, y decir si ha concedido alguna subvención a Manos Limpias a cambio de sus intentos de tumbar al Gobierno de Imbroda, con el que el grupo de medios del empresario de la suministradora de electricidad mantiene una guerra abierta e indisimulada. Una guerra en contra del PP, de todos conocida.
