¿Por qué el PSOE dice ahora una cosa y defendía lo contrario hace 11 años? ¿Por qué el PSOE pide ahora un protocolo de actuación para la Guardia Civil, como exige la AUGC, cuando hace 5 años se negaba a escuchar las reivindicaciones de esta asociación prohibiéndole que se manifestara ante la Delegación del Gobierno? ¿No es oportunista jugar a dos bandas, en función de si está en el Gobierno o la oposición, utilizando el drama de la inmigración? La valla fronteriza nunca deja de ser objeto de debate, ni siquiera en épocas relativamente tranquilas como la que atraviesa desde hace unos meses, alejada de otras en las que había una mayor presión migratoria. La prueba está en cómo esta semana PSOE y PP se han enzarzado en un cruce de declaraciones que viene de bastante más atrás. Concretamente, desde que los socialistas empezaron a jugar a dos bandas en un tema tan sensible como la inmigración irregular, defendiendo posturas que no mantuvieron cuando sufrían el problema muy directamente mientras estaban al frente del Gobierno. Por mucho que el PSOE se posicione ahora en contra de la concertina y los rechazos en frontera, en Melilla todo el mundo recuerda que fue el Gobierno de Zapatero el que forró, literalmente, la valla con rollos kilométricos de cuchillas, y que en 2005, durante la primera crisis de las vallas, aplicó esos rechazos en frontera que ahora insiste en derogar. A principios de este mes, de hecho, votó a favor de echar abajo la reforma de la Ley de Extranjería en el Congreso de los Diputados. No sería de extrañar que lo hiciera en un intento de acercarse a Podemos para conseguir su apoyo para el fallido candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque eso costara a Melilla volver a sufrir una época incierta mirando constantemente hacia el perímetro fronterizo, sufriendo prácticamente cada madrugada intentos de entrada irregulares, con la preocupación que eso genera a los ciudadanos melillenses y el peligro que causa a quienes buscan llegar a Europa de esa manera.
Porque una cosa está clara, y es que poner en duda el sistema, ya sea mediante debates políticos irresponsables o denuncias ante la Justicia, como hicieron determinadas ONGs en 2014, no hace más que avivar las esperanzas en la valla por parte de los inmigrantes y de las mafias que los mueven. ¿Es eso lo pretende el PSOE votando a favor de derogar la medida que ha sido, precisamente, lo que ha permitido blindar prácticamente la valla? Y si tan convencido está de que los rechazos en frontera son ilegales, ¿por qué los aplicó cuando tenía responsabilidades de Gobierno?
«Sería insostenible que todo el que toque la primera valla ya esté en España», defendía el portavoz del PSOE, Antonio Hernando, en el Congreso de los Diputados en el año 2005, en plena crisis de las vallas. Los inmigrantes que son entregados a Marruecos son los que no han logrado sobrepasar todo el perímetro fronterizo. ¿Por qué el PSOE dice ahora una cosa y defendía lo contrario hace 11 años? ¿Por qué el PSOE pide ahora un protocolo de actuación para la Guardia Civil, como exige la AUGC, cuando hace 5 años se negaba a escuchar las reivindicaciones de esta asociación prohibiéndole que se manifestara ante la Delegación del Gobierno? ¿No es oportunista jugar a dos bandas, en función de si está en el Gobierno o la oposición, utilizando el drama de la inmigración? El PSOE debería parar ya si no quiere que su irresponsabilidad dé lugar a un efecto llamada que nadie desea.
