El deseo común de los españoles pasa por acabar con esta incertidumbre cuanto antes y que la clase política demuestre, de una vez por todas, que es capaz de llevar a cabo el mandato que la ciudadanía emita a través de las urnas. El pasado 20 de diciembre los ciudadanos enviamos un mandato a través de las urnas a los representantes políticos. No era otro que trabajaran un acuerdo para sacar adelante un gobierno. Un encargo que la clase política española no ha sido capaz de realizar, con la consiguiente decepción para los votantes y el hartazgo generalizado de la población hacia el sector político.
La consecuencia: de nuevo a votar. En esta ocasión el próximo 26 de junio. El Rey puso ayer punto y final a sus obligaciones constitucionales de la XI Legislatura al firmar el decreto de disolución de las Cortes y la convocatoria de unas nuevas elecciones para el 26 de junio. Patxi López, presidente del Congreso, acudió en la mañana de ayer a la Zarzuela para refrendar el decreto elaborado por los servicios de la Cámara, en el que ha colaborado también el Gobierno en funciones. El texto ha sido publicado en el BOE y comenzó la cuenta atrás para el 26-J ya que el acuerdo entre los partidos, se ha saldado con un fracaso. Las cuatro principales formaciones de la Cámara, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, no han sido capaces de pactar la formación de un Gobierno.
Siempre es importante conocer algunos datos sobre determinados plazos. Desde ayer se puede solicitar el plazo por correo, el 13 de mayo finaliza el plazo para que los partidos comuniquen si se presentan en coalición y el 23 para presentar candidaturas. La campaña electoral arrancará el 10 de junio.
Y lo cierto es que en caso de cumplirse los pronósticos, poco va a cambiar el mapa electoral por lo que resultaría insufrible que al verano, que ya se vislumbra climatológicamente como uno de los más calientes de los últimos tiempos, se le añadiera un crecimiento de las temperaturas procedente del panorama político.
Confiémos que en estos cuatro meses, en que lo único positivo ha sido la continuidad sin problemas de las instituciones y del sistema democrático, algunos hayan aprendido la lección y que el ámbito negociador funcione de la forma más eficaz y rápida para lograr el acuerdo que permita la investidura y la formación de un nuevo gobierno.
De momento, los partidos van adelantando sus intenciones y metas. María Dolores de Cospedal secretaria general del PP señalaba ayer su esperanza de que con las próximas elecciones pueda formar una mayoría estable y que una situación de bloqueo “como la que ha protagonizado el Partido Socialista con ese acuerdo con Ciudadanos, es muy difícil que los españoles entiendan que se pueda volver a producir después del 26 de junio”. De ahí que la política castellana señalara que la misión del PP es conseguir el mayor número de votos posible para esa situación de bloqueo no se vuelva a repetir.
También se pronunciaba ayer la secretaria de estudios y programas del PSOE Meritxell Batet , al decir que si después del 26-J, las izquierdas sumaran y hubiese una mayor sintonía ideológica, “no tendríamos inconveniente, al contrario, en llegar a un pacto”.
Por su parte, Albert Rivera de Ciudadanos dejaba muy claro que el 27 de junio sólo habrá Gobierno “si somos capaces de llegar a acuerdos ya que no creo que nadie piense que va a alcanzar mayoría absoluta”, mientras que el portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, defendía el posible pacto con IU para hacer una política diferente a la que defiende PP, Ciudadanos y PSOE.
Ante este panorama el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas, dependiente del Ministerio de Presidencia en España, hacía público ayer que el 78,4% de los españoles habría votado los mismo de haber conocido los resultados de las elecciones del pasado 20 de diciembre. Según el sondeo, un 5,3% habría cambiado su voto y un 8% se habría abstenido o votado en blanco. La encuesta realizada entre el 7 de enero y el 19 de marzo señala también que un 62,8% tenia decidido su voto mucho tiempo antes del inicio de la campaña electoral, mientras que un 9% lo decidió cuando comenzó la campaña; un 17%, la última semana y un 9,3% el mismo día de la consulta electoral. Otro dato significativo, es que un 19,9% de los electores dudó entre uno o varios partidos y sobre todo entre PP y Ciudadanos, un 16,9% y entre PSOE y Podemos, un 11,6%.
Todo una incógnita se cierne sobre los resultados del 26-J, sin embargo, el deseo común de los españoles pasa por acabar con esta incertidumbre cuanto antes y que la clase política demuestre, de una vez por todas, que es capaz de llevar a cabo el mandato que la ciudadanía emita a través de las urnas .
