El decano sacó adelante anoche un partido más complicado de lo que pareció reflejar el resultado final. No en vano, al término del tercer acto los melillenses sólo ganaban por seis puntos, por lo que el último cuarto no se presentaba, en teoría, nada sencillo, aunque los locales supieron resolver el encuentro de forma muy satisfactoria para sus intereses, situando el 1-0 en la eliminatoria de semifinales.
El Melilla Baloncesto sacó adelante anoche un partido más complicado de lo que pareció reflejar el resultado final. No en vano, al término del tercer acto los melillenses sólo ganaban por seis puntos, por lo que el último cuarto no se presentaba, en teoría, nada sencillo, aunque los de Alcoba supieron resolver el encuentro de forma muy satisfactoria para sus intereses (101-83), situando el 1-0 en la eliminatoria de semifinales.
El primer cuarto fue de auténtico toma y daca, con dos equipos buscando en todo momento el aro contrario. Los coruñeses, por mediación de Beka Burjanadze, fueron los primeros en anotar, poniendo la réplica de inmediato Eloy Almazán. El cuarto inicial se desarrolló con un ritmo vertiginoso y una tremenda igualdad, no disponiendo ninguno de los contendientes de una renta superior a los tres puntos. En concreto, los gallegos, y después de una canasta de Dago Peña, llegaron a situarse con un 8-11 a su favor a 6’26”.
En las filas locales, Brandon Edwards fue el más destacado, mientras que los visitantes estuvieron liderados en ataque por Gediminas Zyle y Beka Burjanadze. Al término de estos primeros diez minutos el electrónico reflejaba un ajustado 23-21, con dos tiros libres convertidos por Edu Hernández-Sonseca.
El arranque del segundo acto resultó una continuación del primer periodo, con blancos y naranjas mostrándose muy acertados en los lanzamientos de campo, por lo que el marcador no paró de moverse, aunque bien es cierto que mediado este asalto los melillenses incrementaron su intensidad defensiva y los de Tito Díaz ya encontraron más dificultades para lograr tiros liberados. Todo lo contrario que los de Alejandro Alcoba que a punto estuvieron de romper el partido, dado que llegaron a contar con una máxima ventaja de trece puntos en varios instantes (44-31 y 46-33), con un Edu Gatell en estado de gracia, realizando mates y palmeando todo lo que el aro repelía.
Cabe destacar que, pocos minutos antes (a 3’19”), el entrenador visitante había solicitado un tiempo muerto para intentar romper la dinámica negativa de los suyos. No lo consiguió, aunque, al menos, el parón sirvió para que el Leyma Básquet Coruña no se fuera definitivamente del partido. Al intermedio, el luminoso indicaba un claro 50-40, con una acción de ‘coast to coast’ de Zach Monaghan que culminaba con canasta en el último segundo.
El paso por los vestuarios pareció sentarle mejor al Melilla Baloncesto que firmó un 5-0 de salida para establecer la máxima de partida en quince puntos (55-40). Sin embargo, y cuando mejor pintaban las cosas, los coruñeses encadenaron un 0-6 para situarse por debajo de la barrera psicológica de los diez puntos (55-46). Los de Tito Díaz, con un inspirado Zach Monaghan, fueron reduciendo la desventaja hasta situarse a sólo seis puntos a 3’24”, con una canasta de Gediminas Zyle.
Los naranjas desaprovecharían incluso algunas opciones de colocarse más cerca. A la conclusión del tercer periodo se mantendrían los seis puntos de renta a favor de los de Alejandro Alcoba (68-62), con dos tiros libres finales convertidos por el omnipresente Zach Monaghan. Hay que incidir en que el parcial se lo adjudicaron los visitantes por 18-22.
El comienzo del último cuarto no pudo ser más esperanzador para las huestes melillenses, que en apenas dos minutos y medio firmaron un parcial de 11-3, con tres triples de Héctor Manzano (2) y Jorge Sanz. De esta forma, el Melilla Baloncesto se disparó en el electrónico, gozando nuevamente de una renta de quince puntos (79-64). Los de Tito Díaz no se rindieron e intentaron de meterse otra vez en el encuentro, aunque ya los locales no lo permitirían, disponiendo pocos minutos más tarde de diecisiete puntos de ventaja (86-69), con un Josep Franch determinante, autor de siete puntos seguidos.
Con escasamente cuatro minutos por disputarse todo estaba sentenciado, aunque los aficionados pudieron disfrutar con las canastas de Edu Hernández-Sonseca y de Brandon Edwards. El estadounidense se atrevió con dos lanzamientos desde más allá desde la línea de 6’75 y no falló. El colofón final lo puso el canterano Álvaro García con un triple en los últimos segundos que, además, sirvió para que los blancos superaran el centenar de puntos (101-83).
MELILLA BALONCESTO: Josep Franch (13), Marcos Suka (15), Eloy Almazán (5), Edu Gatell (11), Brandon Edwards (14) -cinco inicial-, Pelayo Larraona, Héctor Manzano (13), Pablo Almazán, Asier Zengotitabengoa (9), Hernández-Sonseca (15), Jorge Sanz (3) y Álvaro García (3).
LEYMA BÁSQUET CORUÑA: Joan Creus, Ben Stelzer (2), Dagoberto Peña (14), Beka Burjanadze (15), Sergio Olmos (16) -cinco inicial-, Zach Monaghan (23), Ángel Hernández (3), Tomas Hampl, Gediminas Zyle (10) y Larry Abia.
El San Pablo Inmobiliaria también establece el 1-0, aunque sufriendo
El Melilla Baloncesto y el San Pablo Inmobiliaria Burgos hicieron valer el factor cancha en este primer duelo de semifinales, aunque ambos conjuntos establecieron al 1-0 de maneras muy diferentes, ya que mientras los melillenses lograron un cómodo triunfo ante el Leyma Básquet Coruña, superando la centena de puntos gracias a un enorme cuarto final, los burgaleses obtuvieron una sufrida victoria (78-76) ante un Peñas Huesca que dispuso de tres tiros para forzar la prórroga.
