El pasado 2 de mayo una mujer que practicaba footing en el paseo marítimo fue atacada por un de raza doberman que se encontraba junto a su propietario sin bozal ni correa, según hace constar la víctima en su denuncia. El animal se abalanzó sobre la mujer al pasar a su lado, clavando sus dientes en la zona inguinal, provocándole heridas que no revisten gravedad. La víctima espera que esta situación no vuelva a repetirse y señala que si el atacado hubiese sido un niño, las consecuencias hubieran sido mayores. Según consta en la denuncia a la que ha tenido acceso este Diario, sobre las nueve menos cuarto de la noche del pasado lunes 2 de mayo, la víctima se encontraba practicando footing por el paseo marítimo Mir Berlanga, por la zona adyacente al cuartel de Caballería cuando al pasar cerca de un hombre que paseaba con su perro sin correa ni bozal, que sujetaba por el arnés, el animal nada más localizarla se abalanzó hacia ella, "tirando y arrastrando de su dueño, propinándole a la mujer un mordisco en la fosa iliaca izquierda" según recoge el parte de lesiones. Se inició entonces, comenta la afectada, un forcejeo entre el dueño del perro y ella, para que el animal soltara su presa. La situación no pasó desapercibida para los transeúntes que se encontraban en la zona y que fueron testigos del ataque. Felizmente la víctima puso zafarse del sabueso y tuvo que ser atendida en urgencias. Otros corredores que pasaban por la zona se interesaron por la mujer y se ofrecieron a testificar y relatar lo ocurrido. Pocos minutos después, se personó en el lugar una patrulla de la Guardia Civil que identificó al dueño del animal así como al perro.
La víctima señala que las heridas no revisten gravedad, aunque mantiene la zona dolorida con moratones y con las marcas de los dientes del perro. Lo peor de todo esto es el daño psicológico que dice arrastrar desde el ataque. "Cuando salgo a correr suelo mantener una distancia prudencial de distancia cuando veo a perros estén o no sujetos, y en este caso, pasé a unos tres metros del doberman pero el perro nada más darse cuenta de que pasaba, giró la cabeza y se lanzó". Señala la mujer que sería conveniente que las autoridades tomaran cartas en el asunto y que evitaran que este tipo de hechos volvieran a producirse, porque entiende que si en vez una persona adulta el atacado hubiese sido un niño pequeño, "no quiero imaginarme las consecuencias que hubiese tenido".
La Ciudad Autónoma cuenta desde el año 2002 con unas ordenanzas para la tenencia de los llamados o considerados perros peligrosos, que establece tanto un censo de estos animales, como la obligatoriedad de que los propietarios cuenten con el permiso pertinente. Asimismo fijan las ordenanzas que estos animales no pueden ir por la calle sin bozal ni correa. Se establece también una serie de sanciones, que van desde multas que oscilan entre los 150 y 300 euros para las causas leves, hasta los 15.000 euros para las causas muy graves.
