Sin duda alguna, lo mejor fue la capacidad de reacción del decano tras la dolorosa derrota del pasado viernes. En este partido, y sin margen de error alguno, en todo momento supo sobreponerse al ambiente adverso y, pese a no disponer de opción para el fallo, gestionó perfectamente lo anímico para no pasar nervios. El premio es jugoso, dado que ahora los de Alcoba podrán decidir mañana martes la eliminatoria de cuartos de final en su pista del Pabellón Javier Imbroda.
Habrá quinto partido. El Melilla Baloncesto salvó el ‘match-ball’ que amenazaba con finalizar prematuramente su andadura por el Play Off de ascenso y consiguió una victoria con autoridad en un escenario adverso (61-81). Los melillenses no dieron opciones al Leyma Básquet Coruña, un rival que se presentaba a la histórica cita de ayer, que le podía dar el pase a la final, con la ilusión del que no tiene nada que perder y quiere seguir alimentando su sueño. El conjunto de Alejandro Alcoba no acusó el ambiente de las gradas, recuperó el factor pista y tendrá el apoyo de su afición para poder decidir la serie en el quinto duelo, que se jugará mañana en el Pabellón Javier Imbroda.
El partido únicamente se mantuvo parejo en el primer cuarto. Los otros tres fueron del decano, que, sustentado en una gran defensa con alternativas, supo frenar el ritmo de juego y el caudal anotador local. El equipo coruñés, con varios jugadores diezmados físicamente y al límite de sus fuerzas, no pudo reengancharse al encuentro en ningún momento porque los hombres de Alcoba jamás bajaron la guardia.
El técnico del equipo melillense introdujo savia nueva en su quinteto inicial con respecto al tercer choque. Únicamente Marcos Suka repitió en la formación titular, una manera de reactivar al equipo dando protagonismo a jugadores que no se habían sentido tan importantes el viernes y de paso dar descanso a jugadores pensando en un final más ajustado. La apuesta resultó un éxito.
El ritmo impuesto por Jorge Sanz, que también aportó puntos desde el perímetro, el acierto de Manzano con sendos triples -el mal porcentaje desde más allá de la línea de 6,75 fue una de las rémoras en el encuentro del viernes- y la inspiración de Marcos Suka permitieron entrar mejor al cuadro azulón en la contienda. Así, gracias a un parcial de 0-9 disparó el marcador a su primera ventaja significativa (4-12). Con Olmos bajo los aros como principal baluarte -sumó 9 de los 12 primeros puntos del equipo naranja-, el Leyma compensó en la ‘pintura’ sus problemas para abordar la defensa zonal del Melilla Baloncesto y limó las diferencias ya con el renqueante Ben Stelzer, que anotó dos triples seguidos, en modo ‘killer’ (15-15).
Los ataques fulgurantes del plantel herculino provocaron errores por la precipitación en algunos lanzamientos y tomas de decisiones, y los pupilos de Alcoba fueron creciendo en defensa con el paso de los minutos, sin ni siquiera acumular demasiadas faltas. Y con mucha gente aportando puntos en ataque, sin dependencia de un solo jugador.
Tito Díaz se vio obligado a pedir un tiempo muerto después de un nuevo tirón del equipo melillense (20-28). Lo mismo que Alcoba tras la reacción local (27-30). La intensidad atrás resolvía algunas lagunas de anotación y compensaba las pérdidas, ejemplificado con un tapón sublime de Edu Gatell a Beka Burjanadze tras un balón recuperado por el Leyma y un fulgurante contraataque abortado con energía por el jugador egarense, más decisivo de lo que indican las estadísticas finales.
La escuadra gallega perdonó alguna bandeja fácil y siguió incrementando su cifra de balones perdidos frente a un Melilla Baloncesto cada vez más cómodo y que se fue al descanso con el duelo bien encaminado (33-43).
El inicio del tercer acto resultó clave para romper definitivamente el partido. Al 0-4 inicial se sumó una defensa al límite que secó al Leyma, incapaz de anotar una sola canasta en juego en los cinco primeros minutos. Y completó el cuarto con un paupérrimo 3 de 14 en lanzamientos con éxito. Además, el Básquet Coruña también acusó las faltas de Olmos, en un día en que sus compañeros en la ‘pintura’, Zyle y Hampl, no estuvieron atinados cuando le relevaron.
El Melilla Baloncesto superó el peor momento cuando mediado el cuarto y tras varios ataques de los hombres de Alcoba muy mal resueltos, con tiros precipitados de Pablo Almazán, Burjanadze encestó la primera canasta al margen de los tiros libres (39-49) y las huestes de Tito Díaz tuvieron una posesión para bajar de la barrera de los diez puntos. No lo lograron y un Gatell inmenso y un Suka letal acabaron destrozando las esperanzas del cuadro naranja. Cuatro puntos de Marcos Suka ampliaron la ventaja hasta los 18 puntos.
El 47-65 con el que inició el decano el último periodo siguió creciendo ante la impotencia y la precipitación del rival. Con 25 puntos de máxima renta (47-72) poco importó que las faltas apartaran del partido a Hernández-Sonseca y Pablo Almazán. La renta era suficiente y ambos equipos empezaron a pensar ya en la final de mañana.
LEYMA BÁSQUET CORUÑA: Zach Monaghan (2), Dago Peña (11), Larry Abia (2), Sergio Olmos (11), Gediminas Zyle (4) -cinco inicial-, Ben Stelzer (6), Joan Creus (5), Ángel Hernández (2), Beka Burjanadze (15), Jesús Castro (2) y Tomas Hampl (1).
MELILLA BALONCESTO: Jorge Sanz (11), Marcos Suka (16), Pablo Almazán (3), Héctor Manzano (12), Edu Gatell (8) -cinco inicial-, Asier Zengotitabengoa (9), Eloy Almazán (2), Josep Franch (7), Brandon Edwards (8), Edu Hernández-Sonseca (5) y Pelayo Larraona.
Tito Díaz: “Pagamos un poco el esfuerzo del viernes”
Tito Díaz, entrenador del Básquet Coruña, explicaba la derrota de la siguiente manera: “Hemos tenido muy bajos porcentajes de tiro, 33 por ciento en tiros de dos, también muchos fallos bajo aro y demasiadas pérdidas. Creo que en el primer cuarto aguantamos, pero conforme avanzó bajaron la fuerzas, pagamos un poco el esfuerzo que hicimos para poder llegar hasta aquí, hace 36 horas que jugamos un partido tremendo y venimos de un Play Off contra Breogán con muchos partidos. Ahora ante el Melilla, que llegamos al quinto, con viajes. Tenemos problemas y lesionados. Nos faltaron ideas, no pudimos casi nunca correr y no tuvimos frescura”.
Alejandro Alcoba: “A partir del segundo acto fue como un rodillo”
Alcoba, entrenador del decano, estaba feliz porque “en una situación límite mi equipo ha respondido perfectamente a la exigencia. Desde el primer cuarto se vio a un conjunto muy enchufado, sobre todo con las cosas muy claras en defensa llevando a Coruña a donde queríamos, y siempre con una marcha más en ataque, corriendo bien el campo y anotando con facilidad en ataque. Pero en el primer cuarto, aunque empezamos muy bien, Coruña no nos lo puso nada fácil, teniendo con la entrada de Monaghan y Stelzer acierto exterior y nos igualaron. A partir del segundo cuarto fue como un rodillo, mi equipo estuvo muy bien”.
