El fin de semana ha estado marcado por tres actos sociales de primera magnitud: la Romería del Rocío, la entrega del Premio Ciudad de Melilla de la VIII Semana de Cine y la imposición de las insignias a los socios del Club Marítimo de Melilla que han cumplido 50 años en la emblemática entidad El fin de semana ha estado marcado por tres actos sociales de primera magnitud: la Romería del Rocío, la entrega del Premio Ciudad de Melilla de la VIII Semana de Cine de Melilla y la imposición de las insignias a los socios del Club Marítimo de Melilla que han cumplido 50 años en la emblemática entidad. Todos ellos han cosechado un gran éxito.
Así en primer lugar la Romería del Rocío, que volvió a reunir en los Pinares de Rostrogordo a miles de personas, unas 3.000 según el viceconsejero de Festejos Francisco Díaz, que vivieron un día de fiesta marcado, además de por el hecho religioso -la devoción a la Virgen del Rocío-, por la música, la comida a través de las distintas barras que se montaron por entidades así como por las familias que acudieron a nivel particular, y por la entrega de los distintos premios a rocieros y grupos. Pero como viene ocurriendo desde que se celebra únicamente de día, el evento estuvo marcado por la ausencia de incidentes dignos de mención, gracias en primer lugar al ejemplar comportamiento de la inmensa mayoría de los que acudieron a los Pinos y en segundo lugar al amplio dispositivo de seguridad formado por Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil y Bomberos. Atrás quedaron los tristes recuerdos de otras romerías en las que se producían incidentes luctuosos, sobre todo aquellas que abarcaban la noche, motivo por el que se prescindió de pasar la noche en los Pinos. Una medida que ha resultado positiva porque desde entonces la tranquilidad ha sido la nota predominante.
Por otro lado, tenemos que aplaudir la decisión de la comisión organizadora de la VIII Semana de Cine de Melilla de otorgar al gran actor José Sacristán el "Premio Ciudad de Melilla", un galardón que reconoce una larga y fructífera trayectoria de uno de los mejores artistas que ha dado el cine español. Entregando la distinción a José Sacristán no sólo se premia al espléndido cómico, también hace grande a la Semana de Cine de Melilla. Su presencia en la ciudad es un espaldarazo muy importante al venir en persona a recoger la distinción, acompañado además por un elenco de actores de primera fila como Eduardo Noriega, Fiorella Faltoyano y María Luisa San José; también jóvenes actrices que están despuntando con fuerza como Silvia Alonso y Elisa Mouliaá; o el crítico de cine y director Fernando Méndez Leite. A todos ellos se les sumaron ayer la gran actriz Verónica Forqué o los emergentes Clara Lago y Dani Rovira.
Por último pero no menos importante, el acto desarrollado en el Club Marítimo de Melilla, donde la prestigiosa entidad entregó sus insignias a trece socios que han superado los 50 años como integrantes de la asociación. Un motivo de satisfacción para todos ellos porque ello supone medio siglo perteneciendo a un emblemático club. El acto sirvió además para entregar una distinción especial al Cuerpo de Bomberos por sus actuaciones en la ciudad, sobre todo de forma destacada durante los efectos del terremoto del pasado 25 de enero. Por último también se quiso reconocer el trabajo desarrollado por su anterior presidente, Manuel Ángel Quevedo, distinción que le fue entregada por el actual presidente, José Manuel Calzado.
Con actos de este tipo, como los tres citados y otros muchos que por extensión no han tenido espacio en este Editorial, se demuestra que Melilla está viva y que los actos sociales siguen teniendo una importante presencia en la ciudad.
