La Guardia Civil encontró en un local de los dos acusados varios artilugios de pesca que habían sido denunciados por robo, siendo muchos de estos reconocidos por los propios denunciantes posteriormente. No obstante, los individuos aseguran que han comprado los materiales de forma legal, aunque admiten que no tienen las facturas de algunos de ellos. El Ministerio Fiscal solicita dos años de cárcel para cada uno de los acusados por ser presuntamente los autores de un delito de receptación, aunque ellos defienden su inocencia. Los dos socios y dueños de un negocio en el que se venden muebles y artículos de pesca acudieron ayer al Juzgado de lo Penal número 2, ya que estaban acusados de ser los presuntos autores de un delito de receptación. Según se apuntó, la Guardia Civil encontró en el local de los individuos varios efectos de pesca que habían sido presuntamente sustraídos a distintos propietarios, como cañas de pescar, arpones, gafas graduadas o extintores, habiéndose producido los robos en las embarcaciones.
Según manifestaron los acusados, cada uno de ellos se encargaba de llevar una parte del negocio. El que trabaja con los materiales de pesca defendió que, aunque no tenía la factura de muchos de los artículos que la Guardia Civil interceptó, habían sido comprados de forma legal. En esta línea, argumentó que algunos de los objetos denunciados que se hallaron posteriormente en el local fueron comprados en distintos puntos, como Nador (Marruecos) o Tarragona (España).
Por su parte, el segundo acusado aseguró que él trabaja exclusivamente en el apartado de muebles de la tienda, por lo que desconocía las gestiones relacionadas con los artículos de pesca.
No obstante, varias de las personas que denunciaron el robo de objetos en sus embarcaciones, cometidos la mayoría a lo largo del 2013, declararon como testigos y aseguraron que encontraron algunos de los artilugios que le fueron sustraídos entre los materiales interceptados por la Guardia Civil.
Además, los agentes afirmaron que dieron con los dos acusados porque un tercer individuo intentó cruzar la frontera de Beni Enzar con dos emisoras robadas, y, al comunicárselo al hombre, éste les llevó hasta donde las había comprado, por lo que los agentes pidieron una orden de registro para poder inspeccionar el local.
Tras las declaraciones de los múltiples testigos, el Ministerio Fiscal reclamó una pena de cárcel de dos años para cada uno de los individuos imputados por un presunto delito de receptación.
No obstante, la defensa apeló a la presunción de inocencia y a la falta de pruebas contundentes, por lo que la juez declaró que el caso quedaba visto para sentencia.
