La Ciudad Autónoma destina algo más del doble en el mantenimiento de las escuelas infantiles de gestión directa que en las municipales semi privadas. Así lo confirmó ayer a este Diario el consejero de Educación, Antonio Miranda, que manifestó que mientras en Virgen de la Victoria y San Francisco el gasto municipal anual es de 1,8 millones de euros, en Infanta Leonor y Josefa Calles atendidas por Clece, la aportación municipal para cada una es de 800.000 euros. El programa de guarderías le supone al año a las arcas municipales un gasto de 5,6 millones de euros, mientras que los ingresos se limitan a 350.000 euros. El modelo de gestión de las escuelas infantiles dependientes de la Ciudad Autónoma conjuga tanto un modelo público como el semiprivado. De hecho de las cuatro guarderías municipales, la de Virgen de la Victoria y San Francisco de Asís están atendidas por personal de la Ciudad Autónoma según el consejero, mientras que Infanta Leonor la concesión la explota la empresa Clece, y la nueva guardería de Josefa Calles cuenta con un 50% de personal del Centro Asistencial y la otra mitad, de Clece.
Modelo de gestión
La gestión privada ha permitido, con cifras similares de alumnos, reducir el gasto público en el sentido de que mientras que en Virgen de la Victoria, en materiales, personal y servicio de comida la aportación anual es de 1,9 millones y en San Francisco de 1,8 millones, por el contrario Infanta Leonor y Josefa Calles salen cada una por 800.000 euros al año (gastos de comedor no incluidos).
La diferencia parece estar en el número de trabajadores y es que "aunque la ley nos obliga a tener entre maestros, técnicos de Educación Infantil, limpieza y servicio de comedor un mínimo de 22 empleados, en Virgen de la Victoria Tenemos 44, en San Francisco son 40, y en Infanta Leonor y Josefa Calles, 39 y 37 respectivamente", dijo el consejero. La razón de esta diferencia en cuanto a plantillas, se debe a que "se han reforzado los centros municipales con un ATS, profesores de inglés, fisioterapeutas, así como más técnicos y maestros aunque no sea obligatorio para atender a alumnos con necesidades educativas especiales".
Gasto
Reconoció el consejero que la apertura de nuevas escuelas infantiles, el aumento de plazas y la cuantía de las cuotas mensuales por parte de las familias, ha tenido una consecuencia negativa y es que "las escuelas infantiles privadas o concertadas se han visto seriamente afectadas", como son Enrique Soler, Santa Luisa de Marillac, Cruz Roja, Merlín y Divina Infantita. Con ellas, escuelas además homologadas por el Ministerio, la Consejería concierta un total de cien plazas al año para el tramo de 2 y 3 años, que arroja un gasto público de 300.000 euros.
La Ciudad Autónoma destina al año algo más de 5,6 millones de euros en el sostenimiento de estas escuelas infantiles y el concierto de plazas en centros privados, pero los ingresos anuales no superan los 350.000 euros, lo que representa el 6,25% del gasto total.
El Ministerio de Educación colabora con Melilla con una ayuda anual de 561.000 euros fruto de un convenio para el fomento de la educación infantil que no deja de ser un leve desahogo que no compensa la gran inversión que se realiza desde las arcas públicas municipales al sostenimiento de un programa que, cada año, recibe un mayor número de demandantes de plazas. En resumen, "el servicio público y social que ofrecemos con el programa de las escuelas infantiles es único y no tiene comparación con cualquier otra comunidad autónoma que sí tiene transferida las competencias de educación", matizó el consejero.
Una gran labor social en pro de los necesitados
En declaraciones a este Diario, el consejero de Educación, Antonio Miranda, reiteró que el Gobierno local ha realizado una clara apuesta por fomentar la educación infantil en Melilla (tramo de 0 a 3 años), multiplicando por tres la oferta de 2008, cifrada en 200, hasta llegar a las 700 para el próximo curso 2016/2017. Pero además aseguró que "son las más económicas de España".
De hecho, detalló que el 40% de las familias que se benefician de esta oferta pública abonan una cuota de cero euros al mes al tratarse de persona con escasos o nulos ingresos económicos. "Se hace una importante labor social", apostilló el consejero. Continuando con las cuotas, indicó que el tope máximo en Melilla, en función de las rentas familiares, es de 195 euros al mes, cifra que ni se aproxima a las cantidades que se abonan en las escuelas infantiles peninsulares dependientes de la comunidad o el Ayuntamiento de turno, que pueden elevarse a los 300 euros al mes.
