Un total de cinco agentes de la Policía Nacional resultaron ayer heridos tras participar en una intervención en la zona del Rastro, que requirieron asistencia sanitaria, mientras tres individuos con numerosos antecedentes policiales han sido detenidos por tomar parte en la agresión a los policías. Todo comenzó cuando un indicativo policial reconoció a dos individuos sobre los que pesaba prohibición de entrada en España y uno de ellos propinara un puñetazo a un agente mientras arengaba a la masa para arrojar piedras y sillas a los funcionarios. Los sucesos comenzaron a las 20.30 horas cuando una furgoneta de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional advirtió en la calle García Cabrelles, cerca de la gasolinera existente en la zona, a dos individuos sobre los que pesaba prohibición de entrada en territorio nacional. Según ha informado a MELILLA HOY un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, al aproximarse a ellos, uno de los sospechosos empezó a insultar a los policías al tiempo que "enaltecía a la multitud" con insultos e improperios varios. Lo peor llegó cuando en un determinado momento propinó un fuerte puñetazo en el rostro del agente, que cayó al suelo inconsciente. Sus compañeros fueron en su auxilio, momento en el que empezó "una lluvia" de piedras, sillas y otros objetos por parte de un grupo numeroso de personas.
A raíz del cariz que estaban tomando los acontecimientos, los agentes pidieron refuerzos, momento en el que varias dotaciones policiales acudieron al Rastro de forma inmediata, haciendo uso de las sirenas, incluidos "policías secretas".
Numerosos antecedentes
Durante esta acción, los dos que tenían prohibida la entrada en Melilla pudieron escapar de la policía aprovechando la lluvia de objetos contra los agentes. En cambio, otros tres individuos sí fueron detenidos, dos en el mismo Rastro -de 22 y 29 años de edad-, y uno de 48 años cuando fue reconocido conduciendo su vehículo por la zona de la calle Reyes Católicos mientras iba acompañado de un menor, al parecer su hija de 10 años de edad.
Entre los delitos que se les imputan está el de haber propinado un puñetazo a un policía, otro por haber agredido a otro agente con una silla en las espalda y un último por haber atrapado el brazo de un policía contra la puerta de un coche, entre otras cuestiones.
El portavoz policial ha destacado los numerosos antecedentes policiales de los tres detenidos, que ayer durmieron en los calabozos, a la espera de ser puestos a disposición judicial: el de 22 años tiene dos reseñas policiales por delito contra la salud pública y reclamación judicial; el de 29 años con 24 reseñas policiales, como lesiones, coacciones, robos con fuerza, amenazas, delitos contra seguridad del tráfico, etc; y el de 48 años 9 reseñas por robo con fuerza, delito contra la salud pública, lesiones y amenaza, entre otras.
Los cinco agentes heridos no quedaron ingresados pero seguramente permanecerán un tiempo de baja mientras se recuperan de las lesiones sufridas, como los que recibieron los puñetazos en el rastro u otro que lleva el brazo en cabestrillo.
