El presidente de Melilla y del PP regional, Juan José Imbroda, sacó ayer como conclusión del debate de los cuatro principales líderes políticos en las elecciones generales celebrado el pasado lunes que había “un presidente del Gobierno y tres muy verdes aspirantes”, algo que “han notado todos” y que, a su juicio, sitúa a Rajoy como el vencedor. Imbroda se quedó con “la frase genial” de Rajoy respecto a que para gobernar un país no se va a hacer prácticas, sino que “se viene aprendido”, cuestión que según dijo, demostró Rajoy con “discursos formidables” a la hora de hablar de economía, política internacional, Europa y política social.
Eso es diferente a “irse a un plató de televisión y decir cuatro ocurrencias o eslóganes sobre corrupción”, dejó claro Imbroda, convencido de que Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio.
En este sentido, criticó que el líder de Ciudadanos (C’s), Albert Rivera, instara a Rajoy a marcharse por la corrupción política en su partido, y sin embargo “no se le ocurrió pedir responsabilidades políticas” a Pedro Sánchez, que “estaba a su lado y tiene el follón de los ERE en Andalucía, que es el más gordo que hay en España”.
Por eso, Imbroda pidió que no le hablen de coherencia ni principios, después de ver que Albert Rivera “empieza mal a regenerar la vida política cuando está vendiendo lo que no hace”.
Pero lo que más lamentó fue el hecho de que en estos momentos haya en España “un candidato serio a ser presidente del Gobierno” como Pablo Iglesias, “apoyado por el resto del mundo, hipotéticamente hablando”, y que en caso de que ocurriera, sería “uno de los mayores disparates que se podrían dar en un país europeo, avanzado, democrático y con una clase media bastante potente”.
“Lo realmente lamentable es que hayamos llegado a este punto en que una amalgama de sopa de letras, con un componente comunista muy importante como Podemos, tenga una proyección como ha tenido en Venezuela o Grecia”, señaló Imbroda refiriéndose a las palabras del primer ministro francés, Manuel Valls, respecto a que en Francia, un partido como POdemos no tendría la más mínima proyección.
Por eso reclamó el voto para el PP, que representa “el voto útil para frenar lo que sería un loco disparate para España” como la llegada de Podemos al poder, e insistió en que la opción popular representa la seriedad, el rigor, la solvencia, tranquilidad, estabilidad, la mejora de la economía y la creación de empleo como política social.
