El presidente de la ACB, Francisco Roca, dijo en una visita a Marca, posterior a su nombramiento, que era partidario de flexibilizar el canon de ascenso a la ACB. No hablaba de eliminarlo, sino de poder pagarlo en plazos.
Me acabo de encontrar con un seguidor del Movistar Estudiantes por el pasillo de la redacción. Me ha propuesto que la próxima temporada el equipo de ACB esté formado por alevines. Una verdadera apuesta por la cantera. Así, radical. Sería una gran estrategia de marketing, de esas que tanto gustan en el club colegial. La imaginación ha seguido volando: podían jugar los patrocinadores, quizá 12 jubilados, tal vez se podían poner vendas en los ojos… Total, como nunca baja nadie. Nos hemos echado unas risas, la verdad. Pero el caso es más bien para llorar.El Melilla y el Quesos Cerrato Palencia han anunciado que no pueden subir a la ACB esta temporada, lo que salva a los colegiales del descenso. Los dos clubes aspirantes han solicitado a la Asociación de Clubes un ascenso en diferido, subir el próximo año. Ya lo intentó el verano pasado el Ourense y tal vez tampoco pueda consumar en éste. En los últimos cuatro años sólo el MoraBanc Andorra consiguió subir cumpliendo los requisitos que se exigen. El Iberostar Tenerife lo hizo, pero comprando la plaza del Alicante. Estamos ante el quinto año de disparate. Es tiempo más que suficiente para llamar a la ACB una competición cerrada, aunque ella no se considere así.¿Qué pasará si la ACB acepta otros dos ascensos en diferido? ¿El año que viene subirían cuatro? ¿Nos juntaríamos con 20 equipos en la ACB? ¿Bajarían cuatro de golpe? ¿Tres? ¿Dos? ¿Uno? ¿Ninguno? ¿Y si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dictamina en unos meses que el canon es ilegal? ¿Pediría el Andorra que le devolvieran el dinero que pagó? ¿Todos los clubes que no han subido denunciarían a la ACB por daños y perjuicios? Demasiadas preguntas y pocas certezas. Sólo más problemas debajo de la alfombra, que se levanta cada verano.La Liga Endesa pide a gritos una reducción de equipos. Con 18 está sobredimensionada. Sería buen momento para dejarla en 16, aunque lo ideal serían 14. Se aliviaría un calendario agotador que provoca el enfado de los jugadores. Rudy ha sido el último en quejarse. El problema es que cualquier cambio debe votarse en la Asamblea General y obtener tres cuartas partes de los votos para llevarse a cabo. En cuanto cinco equipos estén en contra, no se mueve nada. Y así va todo. Es imposible modificar nada. El presidente de la ACB, Francisco Roca, dijo en una visita a MARCA posterior a su nombramiento que era partidario de flexibilizar el canon de ascenso a la ACB. Se necesitan unos siete millones de euros para subir. No hablaba de eliminarlo, sino de poder pagarlo en plazos. Él tiene las manos atadas. Depende de la voluntad de los clubes y éstos no quieren cambiarlo.En la ACB volverán a quedarse equipos que se han merecido bajar. También otros que arrastran impagos. Desde la LEB Oro no podrán subir clubes que se lo han ganado en la cancha con el esfuerzo de toda una temporada y que están saneados económicamente. Cada año es igual. Así se pierde la ilusión. Así se pierde el interés. Así se pierde el baloncesto.
(Artículo publicado el día 14 en el Diario Marca y que por su interés reproducimos)
