La combinación de inmigración irregular, Guardia Civil y material antidisturbios formaron ayer un auténtico ‘coctel explosivo’ en la nota de prensa que emitió ayer la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) para denunciar una supuesta petición de antidisturbios por parte del jefe del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de Melilla para disparar a las pateras que intentaran llegar a nuestra costa. Esta denuncia fue desmentida “rotundamente” horas después por la Comandancia de la Guardia Civil de nuestra ciudad, que negó que hubiera dado instrucciones para usar antidisturbios contra inmigrantes. El inicio de esta polémica se produjo en cuanto la AUGC envió su comunicado por la mañana denunciando que el jefe del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Melilla había solicitado material antidisturbios para disparar a los motores de las embarcaciones de inmigrantes si estos no detenían su marcha.
La AUGC aseguró que el suboficial que está al mando del GEAS había pedido “pelotas de gomas, botes de humo, armas largas y armas de gran calibre”, entre otros elementos antidisturbios, para llevarlas en la embarcación. Según esta asociación, la Comandancia de la Guardia Civil ya le había facilitado dicho material antidisturbios.
El Instituto Armado, desde su oficina de prensa central, lo desmentía “rotundamente” antes de que la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla diera su versión. Así, la portavoz de la Benemérita puntualizó en declaraciones a MELILLA HOY que lo que ha solicitado el sargento que está al frente del GEAS en nuestra ciudad son “las mismas dotaciones de armas largas que llevan el resto de embarcaciones” de la Guardia Civil. Además, aclaró que estas armas largas no son elementos antidisturbios, sino cetme o HK “teniendo en cuenta la elevación del nivel 4 antiterrorista y que en el mar también hay narcotraficantes”.
De esta manera, la Guardia Civil responde a la denuncia lanzada en una nota de prensa por la AUGC, asociación que considera que tanto la petición del suboficial, como la supuesta decisión de la Comandancia de acceder a ella, “rozan lo ilógico después del trágico incidente que ocurrió en Ceuta”, en el que 15 inmigrantes fallecieron tratando de llegar a la costa española en febrero de 2014. En este sentido, AUGC insistió en que el GEAS “es un grupo de rescate y no un grupo de reacción antidisturbios” y “la Dirección General ha impartido instrucciones para no hacer uso de ese material en medio acuático”.
AUGC afirmaba que el mando del GEAS “ha llegado a insinuar que dará órdenes verbales de disparar a los motores de las embarcaciones de inmigrantes si estos no detienen su marcha cuando tengan en su poder el arma larga solicitada al órgano competente”.
Es, según la asociación, “una auténtica barbaridad ante la que la Comandancia debería actuar inmediatamente”, por lo que le reclamó que cese al jefe del GEAS “antes de que alguien resulte herido y luego nos tengamos que lamentar”.
“Presión constante”
AUGC denunció, asimismo, la “presión constante” que, supuestamente, el suboficial del GEAS ejerce sobre los agentes que componen esta unidad en Melilla. La entidad asegura que ocho de los agentes del GEAS han causado baja en un año, mientras que otros han pedido un cambio de destino.
En este sentido, AUGC señaló la existencia de “unos escritos recibidos anónimamente de unos hechos muy graves que de ser ciertos podrían incluso rozar la ilegalidad” y que se vienen sucediendo desde la llegada de este mando hace dos años, pero lamentó que la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla no ha solucionado el problema desde que se le transmitió en agosto del año pasado.
“El problema se ha agravado hasta límites insospechados y que rozan lo surrealista”, afirmaba la AUGC en su nota de prensa, en la que pedía que “se investiguen de una vez” los hechos denunciados en lugar de “mirar hacia otro lado para eludir el problema”.
“Presuntas irregularidades”
Entre las presuntas “irregularidades” denunciadas en los escritos, está la petición del material antidisturbios para el GEAS, así como otras medidas de “presión constante a la que se ven sometidos en su trabajo” los agentes.
Así, la AUGC denuncia que el jefe del GEAS “utiliza las cámaras de vigilancia destinadas al control de las embarcaciones y las instalaciones para controlar a los efectivos que se encuentran de servicio”, algo que “está prohibido”, e “irrumpe en las dependencias a altas horas de la madrugada aporreando la puerta y gritando”.
Esto “causa situaciones de estrés y ansiedad” entre los agentes, lo que puede afectar a las “plenas condiciones físicas y mentales” que deben tener para someterse “a situaciones límite y de rescate donde deben emplear los cinco sentidos”.
AUGC también apunta que “este suboficial les hace realizar constantes salidas durante la noche sin amenaza alguna, por lo que en caso de intervención cuando sean llamados no estarán en plenas facultades, poniendo en peligro tanto sus vidas como la de las personas a las que vayan auxiliar”, así como amenazas y decisiones “arbitrarias”.
“Su comportamiento altivo” ha afectado también, según AUGC, a las relaciones del GEAS con otras instituciones, con las que ha tenido “continuos incidentes” que han causado la “pérdida de buenas relaciones” con la Autoridad Portuaria, Salvamento Marítimo, Capitanía Marítima, y el Club Marítimo.
Versión de la Comandancia
Horas más tarde del comunicado de la AUGC, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla emitió una nota de prensa para negar “tajantemente” que haya dado ninguna instrucción de uso de material antidisturbios relacionada con la inmigración irregular. Además, aseveró que la información de la AUGC es “rotundamente falsa” y anunció el inicio de una investigación para averiguar la procedencia y autoría de los escritos a los que se refiere la AUGC, “por si fueran constitutivos de un delito de injurias y calumnias”. La apertura de esta investigación se debe a “la gravedad de las insidias del comunicado”.
La Comandancia de la Guardia Civil explicó que Melilla no cuenta con Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil, por lo que el GEAS asume estas competencias habitualmente para las que necesita estar dotados del mismo material con el que cuentan el resto de Servicios Marítimos.
Esta dotación es necesaria para poder actuar ante una situación de emergencia como pudiera ser control antiterrorista en el ámbito marítimo, control de narcotráfico, delincuencia organizada u otra actuación de ese tipo pudiera darse en el servicio.
El Instituto Armado señaló que el GEAS de Melilla, al igual que el resto de unidades del Cuerpo, relacionó a finales del pasado año el material que consideraba necesario para cubrir el nivel de alerta en el que se encuentra España “y, como es natural, se puso a su disposición una vez analizada por los mandos correspondientes”.
La solicitud fue atendida por la Jefatura de la Comandancia de Melilla, adjudicando las armas que se encuentran depositadas en el armero del GEAS de la Comandancia “y que solo son extraídas según la doctrina de empleo para las contingencias señaladas de control antiterrorista o narcotráfico organizado y nunca para el control de la inmigración irregular”.
De esta manera, la Guardia Civil aclaró que el concepto de la posesión de armas largas por parte del GEAS “es exactamente igual al del resto de unidades de la Guardia Civil”, que debido a la alerta de nivel 4 antiterrorista, “han reforzado o completado el material que se considera necesario”.
También disponen de este material “cualquier otro vehículo policial de cuatro ruedas o embarcación del Servicio Marítimo que tenga que hacer uso del mismo”. El Instituto Armado quiso hacer esta aclaración “para no confundir a la opinión pública”.
Lesionar la imagen de la G.Civil
“En ningún caso se puede entender que una asociación profesional de guardias civiles se pueda hacer eco una información sin contrastar y completamente falsa, sacando las conclusiones propias de una información que tiene por objetivo lesionar la imagen del Benemérito Instituto”, concluyó la Comandancia de la Guardia Civil.
