Se dibuja de este modo un tablero endiablado y para evitarlo el PP, tanto nacional como el de Melilla, no han dudado en apelar al voto útil (en la imagen los tres candidatos populares con el atleta melillense agredido en Pamplona, M.A. Ciendones) Las últimas encuestas que se han podido hacer sobre las elecciones del 26 de junio, antes del plazo límite para su confección, permiten dibujar un panorama electoral similar al surgido al pasado 20 de diciembre, en lo que se refiere a que ninguno de las formaciones tendrá mayoría absoluta y necesitará obligatoriamente de acuerdos con otras fuerzas para lograr, esta vez sí, conformar Gobierno, a diferencia lo que ocurrió hace menos de seis meses.
Sin embargo, lo que sí ha cambiado respecto a los anteriores comicios es el partido que pugnará con el PP por obtener más escañaos y ese será Unidos Podemos, que lograría el llamado "sorpasso" al superar claramente al PSOE, tras su coalición con Izquierda Unida, como así lo reflejan todas las encuestas. Al mismo tiempo, la formación que lidera Mariano Rajoy, igualmente según todos los sondeos publicados por medios nacionales, seguirá siendo el partido más votado, en varias de las encuestas con más diputados que en los anteriores comicios, pero aún lejos de los 186 parlamentarios necesarios para no requerir de acuerdos con ningún otro partido. Se dibuja de este modo un tablero endiablado y para evitarlo el PP, tanto nacional como el de Melilla, no han dudado en apelar al voto útil, para en primer lugar recuperar a los votantes que perdió de la cita de 2011 a 2015, muchos de los cuales se han ido a parar a Ciudadanos, y sobre todo para frenar la llegada de un hipotético gobierno de Podemos.
La cosa parece que va a ser cosa de estas dos formaciones, ante el más que evidente hundimiento del PSOE de Pedro Sánchez que pronostican todas las encuestas y el estancamiento e incluso bajada en escaños que sufriría el partido de Albert Rivera, al frente de un Ciudadanos al que los populares se han fijado en estos días para intentar recuperar los votos que les logró quitar el pasado 20 de diciembre.
Una vez que ya no se pueden hacer más sondeos, nos quedan únicamente cuatro días de campaña electoral antes de adentrarnos en la jornada de reflexión que nos conducirá hasta el 26 de junio, cuando más de 57.000 llamados estén llamados a votar. Ese día sabremos realmente qué ha pasado y sobre todo qué futuro le espera a Melilla y a España.
