Cáritas Interparroquial renovó ayer el convenio de colaboración con la Consejería de Educación que posibilita el desarrollo de las colonias urbanas, una programación que permite a niños de familias sin recursos disfrutar de campamentos de verano durante el mes de julio, en los que se mezclan las actividades lúdicas con las de refuerzo educativo. La ayuda es de 59.660euros. Unos 220 menores de entre 6 y 12 años participan en las colonias urbanas, atendidas por un grupo de más de setenta voluntarios melillenses y peninsulares. El consejero de Educación y Colectivos Sociales, Antonio Miranda, y la directora de Cáritas Interparroquial, Pilar Illázquez, renovaron ayer el convenio de colaboración que se remonta a 2005 y que hace posible, gracias a una contribución económica de 59660 euros, el desarrollo de las conocidas colonias urbanas.
Este año Educación es la que aglutina la ayuda que antes se aportaba en colaboración con Bienestar Social para estos fines. Miranda recordó que Cáritas es una organización sin ánimo de lucro que viene funcionando desde 1963 y que el objetivo de su atención es la atención asistencial de personas y familias desfavorecidas, al tiempo que dedica una atención especial a la infancia en riesgo, como lo demuestra la organización de las colonias urbanas. La Ciudad colabora económicamente para que esta iniciativa pueda llevarse a cabo.
Indicó que el presupuesto sufraga el coste del desayuno y comida de los niños, el seguro de accidentes y responsabilidad civil de las actividades a realizar, los gastos del transporte en autobús y compra de materiales.
Cáritas
La directora de Cáritas Interparroquial, Pilar Illázquez, agradeció la predisposición de la Consejería de Educación a sufragar el desarrollo de las colonias urbanas, que permiten a niños de familias sin recursos, disfrutar de unas mini vacaciones de verano. "Este año tenemos 220 niños y 74 monitores -peninsulares y melillenses-, más los que preparan la merienda, el desayuno, y se encargan de la logística de las colonias, que son adultos comprometidos con la iglesia que vienen a trabajar con niños, en horario de 9 de a mañana a siete de la tarde", explicó Pilar Illázquez.
Señaló la directora de Cáritas que los menores que participan en las colonias pertenecen a las familias sin recurso a los que Cáritas atiende en sus distintos programas. En esta edición el color elegido es el verde para camisetas, gorras y mochilas.
En esta edición se desarrollan cuatro colonias: la de la Parroquia de San Agustín en el Centro Reina Sofía; la del Sagrado Corazón y San Francisco Javier en la Salle que acoge también a niños de Divina Infantita, Gota de Leche y Centro de Purísima; y la del Monte María Cristina, que se dividirán en dos grupos a lo largo de julio.
Según explicó, un día normal en la colonia se inicia a las nueve de la mañana, momento en el que llegan los niños al lugar de partida. Allí se les reparte el material que necesitarán en la actividad prevista en el día, y se les facilita el desayuno porque "buscamos que tengan una alimentación sana". Después se marchan a la playa o a las visitas y excursiones previstas para esa jornada. El almuerzo lo realizan en el Comedor del Enrique Soler y por la tarde vuelven a la sede de la colonia para participar en distintos talleres, como el de manualidades, y las clases de refuerzo educativo. Luego acuden a la piscina y después de la merienda, a eso de las seis de la tarde, regresan a casa. Este programa se desarrolla de lunes a sábados.
Demandantes
Por otra parte, Illázquez manifestó que en los últimos meses se ha notado un aumento en el número de familias que acude a Cáritas en demanda de ayuda, solicitando se atiendan necesidades básicas de alimentación y alquileres.
