Este sábado se celebra en Melilla la decimosegunda edición del Orgullo LGTB en el Norte de África. Según declara el presidente de Amlega, Rafael Robles, en la ciudad se ha avanzado mucho en materia de tolerancia en estos doce años, aunque asegura que siguen persistiendo “minorías” con tendencias homofóbicas. Además, el representante de la entidad apunta al carácter transfronterizo como principal hándicap para el colectivo LGTB. “Vivimos cerca de un país en el que existe un nivel de homofobia importante. Muchos de sus ciudadanos huyen por la persecución se sufren con motivo de su condición sexual”, subraya Robles.
Melilla no resulta una ciudad del todo fácil para las personas del colectivo LGTB. “Vivimos nuestra orientación sexual con menor libertad que en las grandes ciudades, como ocurre en las zonas rurales de la Península. Pero aquí tenemos un hándicap mayor, que es la condición que tiene Melilla de ciudad transfronteriza”, expuso el presidente de la Asociación Melillense de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Amlega), Rafael Robles.
“Vivimos cerca de un país en el que existe un nivel de homofobia importante. Precisamente, muchos de sus ciudadanos huyen por la persecución que sufren con motivo de su condición sexual”, explicó el presidente de la entidad que lucha por los derechos de este colectivo en Melilla.
Este sábado, día 9 de julio, se celebra en Melilla la decimosegunda edición del Orgullo LGTB en el Norte de África. Aunque Robles reconoció que en estos doce años la sociedad melillense “ha evolucionado muchísimo” en materia de tolerancia, también destacó que “aún hay una minoría que tiene muy inculcada la homofobia, y esto afecta al trato y la actitud que tienen hacia las personas LGTB”.
Además, el presidente de Amlega puso de manifiesto que Melilla reúne una serie de condicionantes “que podrían jugar a favor, como es la diversidad cultural de la ciudad”. Sin embargo, apuntó que esta diversidad también “genera que exista cierta endogamia” entre personas del mismo grupo cultural, “reduciéndose aún más el entorno y aumentando más la presión del grupo hacia el colectivo”.
No obstante, a pesar de las singularidades de Melilla, Robles aclaró que, por lo general, el colectivo LGTB afronta los mismos retos que en el resto de la Península. “Aunque hemos alcanzado una igualdad formal de derechos, existen problemas a la hora de alcanzar una igualdad real. Echamos de menos leyes que permitan la protección real de las personas LGTB cuando sufren algún tipo de agresión o insulto por motivo de su orientación sexual”, expuso. Por otro lado, aseguró que “queda mucho por concienciar a la sociedad desde las más tempranas edades”. En esta línea, resaltó la necesidad de seguir trabajando para prevenir y actuar en casos de ‘bullyng’ homofóbico y transfóbico.
El caso de los inmigrantes LGTB del CETI
El presidente de Amlega hizo hincapié en que “desde Melilla nos estamos haciendo eco de la problemática de las personas que sufren homofobia y persecución por parte de sus gobiernos, así como discriminación por parte de las sociedades de los países menos desarrollados”. Según explicó, se ha producido un aumento “considerable” de personas que llegan pidiendo asilo por su orientación sexual. No obstante, la pesadilla no termina para estos inmigrantes una vez pisan suelo español. “Una de las cosas que nos han dicho las personas LGTB del CETI es que todavía se sienten amenazados por esos familiares que pasan día tras día la frontera”, expuso. Por ello, Robles señaló que el lema del Día del Orgullo de este año será “Derechos Humanos LGTB”, para hacer partícipe a las más de 50 personas LGTB que están residiendo en el CETI.
