Lo que interesa es que esta mayor competencia, a priori puntual como parece ser la que ofrece Baleària sólo para la OPE, no afecte negativamente a las compañías que sí apuestan por el transporte marítimo de Melilla durante todo el año, ya que el pastel que representan los pasajeros, que de momento no sabemos si ha llegado a su techo o seguirá creciendo, tendrá que ser más repartido en la época rentable del verano, que es la que sostiene las cifras más bajas que se barajan el resto del año Faltan menos de dos semanas para que en el puerto de Melilla veamos una estampa insólita: barcos de tres compañías marítimas diferentes atracados en sus muelles preparados para conectar nuestra ciudad con la península. Nunca se había dado esta situación en nuestro puerto, donde la competencia es una realidad desde el verano de 2011. Cinco años después, esa competencia aumenta con la decisión de la compañía Baleària de implantar una nueva línea que conectará Melilla con Almería y Motril, lo que confirma algo que ya estaba cantado en los resultados del tráfico marítimo, y es el que el puerto de Melilla se ha convertido en un auténtico yacimiento para el transporte en barco año tras año.
Durante los últimos años, el puerto de Melilla ha sido el que más ha subido en la Operación Paso del Estrecho (OPE), un dispositivo que desde hacía un tiempo estaba registrando caídas de pasajeros en todos los puertos que participan porque las familias magrebíes que regresaban desde Europa para pasar las vacaciones en sus países de origen empezaban a decantarse por el transporte aéreo. La llegada de la competencia en el puerto de Melilla ha permitido superar esa realidad y registrar cada año mejores resultados, llegando a batir récords impensables hasta no hace tanto tiempo.
Este panorama, lógicamente, ha terminado por atraer a cada vez más compañías, y es por eso por lo que ya en la adjudicación del actual contrato marítimo hubo una competencia feroz de las tres compañías que, precisamente, compartirán los muelles del puerto melillense dentro de pocos días: Trasmediterránea, Naviera Armas y Baleària.
Es, sin duda, una gran noticia por diferentes razones. Una obvia es que cuantos más puentes tengamos tendidos con la península en forma de frecuencias de avión y barco, más cerca nos sentiremos del resto del territorio nacional. Esto es vital para cualquier territorio aislado o extrapeninsular, como es el caso de Melilla. Otro motivo es que la competencia en el sector del transporte siempre ha traído cosas buenas para los ciudadanos, especialmente en el apartado económico, ya que se suele traducir en mejores precios para atraer a los clientes.
Para el puerto es una noticia excelente, sobre todo en su objetivo de ser cada vez más un motor económico importante de la ciudad. Para Melilla también lo es, ya que tener un puerto con un crecimiento pujante es sinónimo de desarrollo, algo vital para una ciudad como la nuestra, que busca alternativas al comercio como base de su economía desde hace años. Cuanto mayor sea la actividad en el puerto, más interés acaparará de las empresas que dinamizan el transporte marítimo y, por ende, más justificado estará el proyecto de ampliación del puerto del que aún algunos muestran sus dudas.
Ahora bien, lo que interesa es que esta mayor competencia, a priori puntual como parece ser la que ofrece Baleària sólo para la OPE, no afecte negativamente a las compañías que sí apuestan por el transporte marítimo de Melilla durante todo el año, ya que el pastel que representan los pasajeros, que de momento no sabemos si ha llegado a su techo o seguirá creciendo, tendrá que ser más repartido en la época rentable del verano, que es la que sostiene las cifras más bajas que se barajan el resto del año. Dicho de otra manera, esta mayor competencia, a priori positiva, podría no sostener la que afortunadamente tenemos durante el resto del año. En manos de los melillenses está el poder de elegir, que es otra de las grandes ventajas que nos da la competencia.
