Los familiares y allegados de Karla Belén P.M., que perdió la vida el pasado domingo a manos, presuntamente, de su expareja junto a la playa de La Hípica, dieron ayer el último adiós a la joven. La pequeña capilla del Cementerio de La Purísima acogió al mediodía el funeral minutos antes de que el cuerpo de Karla fuera incinerado en el crematorio. Los seres queridos de la víctima estuvieron acompañados por los responsables de algunas de las instituciones y organismos que desde Melilla están trabajando para ayudar a la familia tras lo ocurrido. Una de las autoridades que estuvo presente en el sepelio fue el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, que acudió junto a otros miembros del Ejército. El general, que incluso participó en la Eucaristía haciendo una de las lecturas, quería mostrar de esta manera la cercanía de las Fuerzas Armadas a la familia, dado que el hermano de Karla Belén, Gabriel, es soldado profesional en Córdoba y fue el primero de la familia de la víctima que se desplazó hasta Melilla tras lo ocurrido.
También asistieron a la misa la viceconsejera de la Mujer, Isabel Moreno, y la jefa de la Unidad de de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer, Teresa Fernández, así como el decano del Ilustre Colegio de Abogados, Blas Jesús Imbroda.
Todos ellos acompañaron a la familia en el funeral y también en el breve recorrido hacia el horno crematorio, intentando dar consuelo a los seres queridos de Karla Belén, que dieron muestras de mucho dolor en el camposanto. Los padres de la joven, que pudieron llegar a Melilla el miércoles por la tarde tras viajar desde Ecuador, se mostraron muy afectados en la despedida a su hija.
“No me lo puedo creer”, acertaba a decir en su llanto la madre de Karla a la salida de la capilla, rompiendo el silencio que reinaba en el cementerio. Según ha publicado la prensa de Asturias, donde vivía la joven, ellos serán quienes lleven las cenizas de la joven a Ecuador, el país donde nació esta nueva víctima de violencia machista hace poco más de 21 años y medio.
Él la esperaba en el puerto
Se pondrá así fin a un viaje que Karla inició el viernes, cuando cogió el barco con su bebé. En el puerto le esperaba su presunto verdugo, Abdelwahid A., según pudo confirmar ayer MELILLA HOY con fuentes policiales. El domingo pensaba regresar a la península, pero él, según confesó a la Policía, lo impidió ahogándola junto a La Hípica.
