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Vida Universal

Los animales rechazan los alimentos modificados geneticamente

Percy Schmeiser, agricultor canadiense y ganador del premio Nóbel alternativo del año 2007, se convirtió en un gran experto en tecnología genética al ser afectado involuntariamente por ésta, lo que le ocasionó experiencias especialmente amargas. El declaró: "Nadie debería tener el derecho de patentar la vida, pues la vida es sagrada y ningún particular,… …ninguna multinacional debería poseer este derecho". Desde 1996 los cuatro cultivos principales de Canadá están genéticamente manipulados lo que está causando preocupación por los perjuicios que ésto causará en el medio ambiente. Los agricultores no saben qué plantas tienen que cultivar, además los agricultores ecológicos ya están empezando a sentir los perjuicios causados por la contaminación genetica, pues intuyen que tendrán que pagar un alto precio: Variedad de especies, medio ambiente, enfermedades en las personas y en los animales. Una vez que se planta una semilla genéticamente modificada, se acaba la coexistencia de las especies.

Esa simiente contamina los cultivos de los vecinos, da igual si son de cultivo convencional o ecológico. De Percy Schmeiser escuchamos: "Siempre se nos ha dicho que es posible la coexistencia, pero nunca ha funcionado. Nadie puede controlar la dispersión de las semillas y del polen por el aire. Lo que sucede actualmente es que las Multinacionajes ejercen el control total de las semillas y del abastecimiento de alimentos. Esto aniquilará a los agricultores ecológicos de otros paises, del mismo modo que sucede ahora en Canadá. Se nos ha quitado la libertad de decisión, y nadie tiene el derecho de quitar a ninguna persona su derecho de decisión".

En una de sus conferencias Schmeiser explicó muy detalladamente que la semilla genéticamente transformada realmente se esparce. Se transporta en la piel de los zorros, en el plumaje de las aves, por medio de las abejas, por las tormentas, es po resto por lo que él afirma que no es posible la coexistencia. Tampoco hay distancia de seguridad. Por todo esto, que tanto él como muchos otros agricultores conocen de primera mano, es por lo que se augura que todo lo que se está haciendo con el beneplacito de las leyes, está condenado a fracasar. Por lo que se puede afirmar sin miedo que todos los políticos que hablan de que es posible la coexistencia de cultivos naturales con cultivos genéticos, están mintiendo.

En Canadá, Perry Schmeiser dice que ya no existe la posibilidad de cultivar soja que no sea genéticamente manipulada, ni maíz, ni colza exentos de manipulación genética. Aquello que él cultivaba, eso ya no es posible. Por tanto esa coexistencia no existe. ¿De qué se trata entonces? Él mismo lo ha dicho: es evidente que se trata de que las grandes multinacionales se apoderarán más y más del control de la producción de alimentos y los agricultores se harán dependientes. En definitiva se trata de un asunto de poder y dinero, en ningún caso se trata de se trata de algún tipo de avance para la agricultura.
¿Y qué pasa cuando una persona o un animal come alimentos genéticamente manipulados? Aquí habría que decir que cuando los animales tienen la posibilidad de elegir, no eligen los alimentos genéticamente manipulados. Se han publicado estudios muy interesantes al respecto. Por ejemplo, antes de lanzar al mercado una clase de tomates genéticamente manipulados, se experimentó con animales para ver sus efectos con el fin de comporbar si contenían sustancias nocivas. Se alimentó con ello a ratas, que en realidad comen tomates con mucho gusto, y los rechazaron. Entonces con sondas se les introdujeron tomates en el estómago, y en un plazo de dos semanas murieron 7 de 40 ratas.

También es interesante el caso de un granjero de Iowa que cultivó maíz convencional y maíz genéticamente transformado que luego dio a probar a sus vacas, puso en un pesebre maíz convencional en un lado, y en el otro lado maíz genéticamente transformado, siendo en apariencia completamente iguales, el resultado fue que las 25 vacas entraron al establo y sólo se comieron el maíz convencional al acabar con este miraron el maíz manipulado, lo mordisquearon y allí lo dejaron.

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