Si yo fuera como él, le contestaría más o menos así: Al adalid de los ojanetas huido de la adelantada, progre huido adelantado quizá cansado de tanto paseíllo hace de camuflado «paco» en el barullo de su mentalidad huida. A éste ojaneta sin hosanna pero de hornacina santa, progre de boquilla y de letra, le molesta la Memoria Histórica de los moralmente cristianos, cuando se vanagloriaba a su vez del recuerdo de su memoria zapaterista. Creo que queda demostrado que éste ojaneta (mayor hipócrita) de » jipjop» de la letra barrio bajera es el resultado permanente del ¡No! Éste tipo que, sigue mordiendo cada vez que estreñido defeca o escribe, es el resultado de un descerebramiento total, enrabietado ¿no se sabe el por qué? Pero babea en su jadear, como buen… que es, que ni la oración ante la hornacina le llenó de respeto a los demás. Y es que, el muy ojaneta (hipócrita redomado) ha practicado toda su vida el ¡A Dios rogando y con el mazo dando!, siendo su actitud en caso de «conflicto» posiblemente preocupante. Que tal como enseña de su gracia, aparenta ser Bufosaltarín, de venenosa sudoración.
Y me place recordarle que con el apoyo «socialdemócrata» los ediles morados de Cádiz y Madrid, han lucido su contenido sentimental con plena Memoria Histórica, con expresiones que han dejado entrever sus sentimientos morados, con el que este «moralista» redomado hipócrita u ojaneta que tanto le gusta usar, acepta que el de Cádiz recomiende protección policial a la oposición… y el de Madrid afirme que, él iría a los toros si supiera que ocurriría de tal y como paso en Las Ventas. (De la cogida y muerte del torero, tal como paso en esa corrida). No sé yo, si estas expresiones son las mareas actuales o por animalistas. Lo cierto es que es una memoria a no olvidar ¡por si acaso!
Pero como no soy él, le contesto así:
Puede que le perdonemos ¡y le perdonamos! Porque no sabe lo que dice y escribe, Señor; que es su anomalía la que le dirige y leen rabieta. Nunca se sabe el porqué, pero él si es necesario salpica a diestro y siniestro, traumatizado por coexistir con su Memoria en una «hornacina santa».
Y para cerrar este ciclo del zombi de la Purísima, y rubricar esta Memoria Histórica de gentes de buen hacer, que su pecado era «la hornacina» (suerte ha tenido él) e ir a misa, paso esta rubrica de canonización de Josefa, con: Cándido Gómez del Río. Médico de Benaoján. Que fue asesinado el mismo día que su hija, Josefa Gómez Briasco. Hombre culto, pacífico y muy religioso, fue el médico titular de Cañete ¡durante 51 años! Estando en su domicilio, recibió una llamada urgente del «alcalde» para atender a un enfermo. En realidad era un pretexto para hacerle salir mientras asaltaban su casa. Su hija le había dicho «Papá, no salgas…» y él respondiendo «Es mi deber, ese niño está enfermo y he de ir a verlo…» siendo, su hija, consciente de la situación de peligro en la que se encontraban, le insistió «No te vayas, que no nos vamos a ver más», pero no logró convencerlo. Cuando atravesaba la Plaza de los Chinorros, fue asesinado por la espalda, a pesar de llevar el brazalete de personal sanitario que facilitaba su identificación y libre circulación. Sus restos, junto con los de su hija Josefa, descansan en el Valle de los Caídos. Nota: Esto también es Memoria Histórica. Y no Podemos seguir callados por mucha «patente de corzo» que se quieren subrogar los mayores «ojanetas» a la izquierda de la Memoria.
