El Gobierno de Melilla calificó ayer como “salida de pata de banco” la denuncia que ha presentado Equo ante la Fiscalía contra la Ciudad Autónoma por “el incumplimiento premeditado” de la Ley de Memoria Histórica porque, según la formación política, esta institución se niega a retirar los monumentos franquistas de la vía pública.
A preguntas de los periodistas, el portavoz de la Ciudad Autónoma, Daniel Conesa, quitó hierro a este asunto porque, aunque admitió que “las leyes están para cumplirlas”, también dijo que no cree que “sea un tema que a los melillenses les preocupe en demasía si un determinado monumento está en un sitio u otro”.
Conesa recordó que el presidente del Ejecutivo melillense, Juan José Imbroda, ya anunció que el monumento a los Héroes de España, ubicado en pleno centro de la ciudad, será trasladado “por estética” después de que su entorno haya sido sometido a una reciente remodelación urbanística.
En cualquier caso, el portavoz considera que Equo debería tener en cuenta una serie de consideraciones, como por ejemplo, las protecciones a las que está sometido ese monumento, o el hecho de que la Ciudad Autónoma “no es quién” para proceder a ninguna retirada de símbolos en inmuebles cuya titularidad no le pertenece. Ese es el caso, dijo Conesa, de las placas instaladas en viviendas militares, que han sido incluidas por Equo en su denuncia.
Por todo ello, Conesa opinó que la denuncia de Equo “no tiene la más mínima consecuencia” y dejó claro que “cada uno es libre de ir adonde quiera, a la Fiscalía o al Vaticano”.
