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“España no es un país donde nos pongan fácil dedicarnos a la música”

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La cantante Ángela Cervantes se ha propuesto traer Cuba a Melilla. En la Plaza Pedro de Estopiñán presenta esta noche su último trabajo ‘Camino a Santa Clara’, en un concierto gratuito que se enmarca dentro del ciclo de actuaciones de ‘Música en la Luna’ y que dará comienzo a partir de las 22.00 horas. Ángela Cervantes pisa por primera vez Melilla para hacernos viajar con su voz hasta la Cuba de los años 70, aquella en la que sonaban boleros a pie de calle mientras la gente se dejaba contagiar por los ritmos románticos de este género. La artista se sube a las 22.00 horas de esta noche al escenario de la Plaza Pedro de Estopiñán para hacer vibrar al Pueblo con un concierto gratuito que se integra dentro del ciclo de actuaciones de ‘Música en la Luna’.
-Su último trabajo, ‘Camino a Santa Clara’ se cimienta sobre ritmos cubanos. No obstante, usted también rinde tributo a Pink Floyd y colabora con artistas como el rapero Nach, entre otros proyectos. ¿Hay algo qué le dé miedo?
-Si me da miedo algo no me enfrento, francamente (ríe). Es verdad que me considero un tanto arriesgada musicalmente, pero un estilo con el que no me atrevería seguro sería el del flamenco. Le tengo demasiado respeto, a pesar de que dicen que mi bisabuelo lo cantaba muy bien.
-Ah, entonces usted ya llevaba la música en la sangre.
-Sí, aunque siempre le echo la culpa a mi abuela paterna, que se llamaba como yo. Precisamente, esta música que presento hoy en Melilla tiene una conexión muy bonita con mi abuela, que fue la que me acercó más a los ritmos cubanos.
-Viajó hasta el corazón de Cuba para grabar ‘Camino a Santa Clara’. ¿Cómo ha sido la experiencia?
-Ha sido maravillosa. Ha sido un regalo porque he estado con los músicos legendarios de la banda de Los Fakires. Ellos pertenecen a una generación que tiene la música muy arraigada y una forma antigua de interpretar. Tienen una forma de estar en el estudio que me parece admirable por esa honestidad que tienen con la música. También estuve con músicos de la nueva generación, y fue una oportunidad súper bonita de ver cómo está evolucionado la música cubana.
-Ha mencionado la honestidad de la música. Con tanta posproducción, ¿se ha perdido parte de su esencia?
-Imagino que se ha ganado por una parte y se ha perdido por otra. Para mí, la magia de grabar un tema es esa concentración energética y creativa, el trabajo en equipo, el escuchar… La era moderna permite que haya falsas tomas, por lo que no se hace necesario que salga todo de arriba a abajo. Se pierde una parte muy bonita de la música.
-Ayer aterrizó en Melilla, pero antes estuvo en Canadá. ¿Se puede saber qué estuvo haciendo por allí?
-Sí. He estado cuatro meses de gira con la banda inglesa ‘Brit Floyd’, que es un tributo mundial a los legendarios Pink Floyd.
-Con una agenda tan ajetreada, ¿pudo sacar tiempo para votar el 26J?
-Por suerte, pude votar por correo.
-¿Qué cree que va a pasar ahora?
-De política no tengo ni idea (ríe). Lo ideal sería que se pusieran de acuerdo en todos los sentidos. Sería un detalle que se sentaran, como hacen las personas normales, para conversar y escucharse. Tener un país colgado durante tantos meses no debe ser bueno. Pero ya te digo, que yo de política no entiendo.
-¿Cómo es ser músico en España?
-Cualquier país tiene sus dificultades y sus ventajas. En España no es del todo fácil ser músico, aunque eso no quita que haya profesionales espectaculares: Antonio Serrano, Jorge Pardo, Javier Colina… son verdaderas escuelas. Pero sí, este no es un país donde nos pongan fácil dedicarnos a la música. Pero bueno, imagino que eso también hace que nos pongamos un poco más las pilas.
-¿Cuáles son las principales dificultades de los artistas?
-Pues en lo que se refiere a los contratos, a la seguridad social, a la cotización… Nosotros formamos parte de un gremio que lo tiene algo más complicado. En Francia, por ejemplo, los músicos son trabajadores igual que el resto de personas y cotizan lo mismo. Cuando no pueden trabajar porque tienen una baja médica, pues cuentan con una seguridad social que está muy bien cubierta. Ojalá nosotros pudiésemos llegar a eso. Pero esto no sólo es así para los músicos. Es así para el arte en general. Sería muy bonito que nos apoyasen más.
-Muchos de sus proyectos tienen lugar fuera de las fronteras nacionales, ¿siente más apoyo en el exterior?
-Yo creo que nadie es profeta en su propio país. A veces te das cuenta de que, mientras que en tu tierra se te valora menos, en escenarios de otros países consigues que se cuelgue el cartel de ‘sold out’ todas las noches. Pero también sucede lo contrario. A veces hay que salir para que aprendan a valorarte. Creo que esto ocurre en España, pero también en otros países.
-¿Es la primera vez que pisa Melilla?
-Sí, nunca había estado antes y la verdad es que me hace muchísima ilusión conocer Melilla. Tengo algunos amigos de aquí y son personas maravillosas. Además, al ser una ciudad que está en el norte de África, estoy segura de que toda esa conexión genera una riqueza cultural y social muy bonita en la ciudad.
-¿Podría hacer una declaración de intenciones de lo que vamos a presenciar esta noche entre las murallas de Melilla La Vieja?
-(Ríe) Pues con Pepe Rivera al piano y Ariel Brínguez al saxofón vamos a interpretar los boleros cubanos de los de toda la vida. Tocaremos canciones del disco ‘Camino a Santa Clara’ y también de ‘Nostalgia Cubana’, el último trabajo de Ariel Brínguez. En definitiva, os traeremos un poquito de Cuba hasta ese entorno tan precioso que tenéis.

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Irene Quirante

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