“Creo que Baleària viene a quedarse”. El viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, expresaba así su deseo de que la llegada de una tercera naviera al puerto de Melilla para iniciar una línea triangular que conecte Melilla con Almería y Motril, tenga una vocación de permanencia y no se limite únicamente a la Operación Paso del Estrecho (OPE), ya que con tres compañías marítimas en Melilla, la mayor oferta generará más demanda y habría, de este modo, más posibilidades de crecimiento. Mateo confía en que Melilla pueda llegar a los 1,5 millones de pasajeros, una cifra muy por encima de los 1.125.000 viajeros que sumaron el barco y el avión el año pasado. Mateo, en una entrevista concedida a Onda Cero, subrayó cómo el tráfico de pasajeros en Melilla no ha hecho más que crecer en los últimos años, gracias fundamentalmente a la llegada de más compañías aéreas y marítimas, que han contribuido con su apuesta a aumentar el mercado y generar, de esta manera, más movimiento económico en nuestra ciudad.
Para demostrarlo, recordó que a su llegada a la Viceconsejería de Turismo en el año 2000, Melilla tenía poco menos de medio millón de pasajeros entre el barco y el avión. En 2015, el tráfico de pasajeros alcanzó los 1.125.000 viajeros, más del doble que 15 años atrás. Ahora, con la llegada de Baleària, el objetivo de la Ciudad Autónoma es que se pueda llegar al millón y medio de pasajeros.
Una de las claves que Mateo dio para este crecimiento fue la competencia entre las compañías, que ayuda a mejorar la calidad del servicio y reducir las tarifas, lo que provoca que incluso a veces las ofertas de las compañías tengan precios más bajos que los bonos subvencionados por la Ciudad Autónoma.
Eso, a su vez anima a los ciudadanos a viajar. La consecuencia es la subida del tráfico de pasajeros, que también eleva el movimiento económico y, por ende, la creación de puestos de trabajo entre efectivos de los cuerpos de seguridad, trabajadores de los buques, personal de abastecimiento y tráfico de mercancías.
Por todo ello, el viceconsejero dijo que a Melilla “le interesa tener cuantas más marcas mejor porque ponen en valor un destino”. “Y si apuestan las marcas, es porque hay más futuro”, agregó Mateo para reafirmar su esperanza de una posible permanencia de Baleària en el transporte marítimo de Melilla más allá del verano.
Puerto
Si eso sucediera, apuntó que podría haber problemas de espacio en el puerto melillense en los próximos meses. Por ejemplo, aludió a la llegada de un crucero en octubre, que podría verse sin muelle de atraque si sigue habiendo tres compañías operando en la ciudad. Eso obliga a que todas las partes “se pongan las pilas” y “pensar con celeridad”.
Entre ellas, la Autoridad Portuaria de Melilla, que “está haciendo su trabajo”. Pero también la de Motril, que “tiene que espabilar muchísimo porque va a tener dos navieras operando y el puerto se queda le queda corto por haber ido con poca ambición. Tendrán que hacer actuaciones urgentes”, resolvió el viceconsejero, al tiempo que señaló que la estación marítima de Málaga cambiará porque está pendiente de adjudicación a empresas privadas.
