Vamos a poder ver política, y veremos cómo los mayores hipócritas se muestran ante la opinión pública; no nos vamos a aburrir pero tendremos que desmenuzar con los programas políticos para elecciones que unos y otros han presentado. Ahora vamos a ver hasta dónde llega la responsabilidad de lo nacional por encima de lobbies e independentismos, por encima de lo económicamente europeo (U.E.) Vamos a ver hasta dónde llegan las arengas sociales tan aireadas por unos, pero con la responsabilidad de Estado; vamos a ver como convergen en el buen hacer “para Una España Mejor”; y para eso, hay que llegar a lo razonable desde el punto de vista del conjunto, desprendiéndose de egos y visiones o mensajes esotéricos que enturbien la realidad de la sociedad española ¡toda! Y donde los oportunos no confundan sus deseos con la legalidad y hagan de la ilegalidad una razón de enriquecimiento. Hemos llegado a la demostración de que el pueblo español está listo para una democracia, donde su voluntad va en relación a sus sentimientos (votos) y con ellos muestra su conformidad o disconformidad, y es un hecho notable que todos los desequilibrios nacionales han venido de mano de… desde que entramos en la U.E., ya que antes mantuvimos en las elecciones, unos y otros, mayorías absolutas que aun dando pie a los desmanes económicos nos dejaron mantener una regularidad estable, incluso en el trabajo. Otra cuestión que nos desestabilizó fueron las exigentes regularizaciones europeas que, junto el valor dado al euro y al comportamiento comercial, desde los minoristas hasta los mayoristas llegando al mercantilismo bancario, el encarecimiento de todo, ha sido de una alucinación extraviada, convirtiendo la moneda de 100 ptas en un (sin dar importancia) euro (166,383) y nos quedamos tan tranquilos pero con el agua al cuello, ganando los mercaderes y sufriendo los consumidores.
Desde un principio opinaba que el desequilibrio del centro supondría una reacción, y esta ha llegado en forma de “desbarajuste” esparciendo el enfado con el clásico sentido español de ¡cabreo!, el que según las necesidades de cada ciudadano es mayor o menor o más sosegado, pero siempre en estos casos apretándose el cinturón. Y un “estómago con hambre” es siempre mal consejero. Y dado los excesivos consejeros que éste país tiene que pagar, resulta que lo que hemos ganado por un lado, lo pagamos (y bien) por otro. Miren como la Unión Europea no exige recortes en el número de “consejeros” y políticos, ni nos pide una obligatoriedad de elecciones primarias, bien sea por un gasto excesivo, pero que al no ser nacionales el costo y dedicación es de la servidumbre del partido; donde se apoyan todos con un valor abonado por el estado por cada voto obtenido. De ahí que “unos y otros” busquen mecenas (normalmente de los grandes grupos o lobbies del comercio, la industria y construcción) y algunas veces con condonaciones bancarias; siendo aquí donde el mal de la política desestabiliza al centro. Y por supuesto que a la diestra y la siniestra, siempre, mientras no cambie la formalidad política.
¿Recibirá el pueblo español la grata nueva de un acuerdo entre mi derecha e izquierda? Sería muy bien recibido, por deseado, en mi corazón. Sin miedos a puñitos y manitas y otros “hipócritas redomados” por no acoplarse a la realidad vigente (en cuanto a proceso político). Que sin sombrías memorias y recuerdos hagan a nuestros nietos vivir 40 años (por lo menos) de tranquilidad y sosiego, desde el momento intelectual y elemental, universitario y productivo, que sin más taras de másteres y otros juegos de interés económico, nos encarezcan y adulteren nuestra economía laboral. Todo sea por recuperar la capacitación universitaria y laboral en nuestras, aquellas universidades ¡Públicas! Y paliar la fuga de nuestros especialistas y profesionales licenciados o diplomados que, se han ido y se van a dar esa capacidad por nosotros pagada (de nuestros bolsillos) a otros destinos faltos de tal mano de obra especializada.
Es por tanto necesario que para que no exista una tercera (a la tercera va la vencida) elección política, digieran todos ustedes que, son ustedes de los ciudadanos sus “lacayos” bien pagados y no nosotros, como esta visto hasta la fecha de hoy lo que es el ciudadano para lo operativo en la Administración del Estado.
Por otro lado tenemos que si es sin duda alguna que la economía hace funcionar el Estado, también es cierto que el País es de todos y como tal el reparto de la riqueza nacional debe de ser la correcta repartida entre la empresa y el trabajo, y donde el Estado rige los beneficios para mantener a las necesidades de la sociedad, pues sin esta ¡no funcionaría nada! Otra cosa es el robo manifiesto, bien sea por ingeniería económica o como por hurto o fuerza.
En cuanto a la seguridad, tenemos muestras del trabajo de Interior, pero debemos de fortalecer más el contexto de seguridad fortaleciendo con leyes decididas y disuasorias a la vez que ejecutivas en la penalidad para la criminalidad, sea esta del orden o concepto que se quiera. Pues sin esto que, aún “atado y bien atado” se desmanda, habrá que dar un mayor esfuerzo a pesar de que los humanismos políticos e hipócritas de hornacina, por mucho golpe de pecho por aparentar o parecer son “maravillosos” no se salgan fuera de la razón de un tiempo después de 80 años. ¡Ya está bien! PSOE critica al Ingesa por no cubrir dos plazas de médico de admisión y documentación
