El próximo Gobierno de Nación que resulte elegido deberá poner todo de su parte para hallar una solución al asunto de los menores, si no quiere que se le vaya de las manos
El asunto de los menores extranjeros no acompañados (Menas) es un problema muchas veces latente pero también visible, como nos los demuestra la tozuda realidad, cada vez que se producen sucesos como el que registró el domingo entre dos menores que acabaron enzarzados en una violenta pelea que se saldó con tres heridos: los dos Menas y un guardia civil durante la intervención policial.
El motivo de riña del domingo entre los dos menores pudo ser una pelea por una cantidad económica muy pequeña, al parecer tres euros, momento en el que se enzarzaron en una disputa en la que emplearon varios objetos peligrosos, entre ellos punzantes y de vidrio.
Como consecuencia de ello, los dos niños han resultado lesionados de diversa consideración, con heridas en el torso, brazos y abdomen en uno de los casos y en la cadera en otro.
Cuando llegó la Guardia Civil al lugar los hechos, a los pies de la ciudadela de Melilla, uno de los menas trató de huir y en ese intento hirió a unos los agentes después de que ambos cayeran al suelo, después de querer agredirle con el objeto punzante, aunque sin alcanzarle.
Asimismo, la madrugada del viernes la Guardia Civil interceptaba por varias zonas de Melilla un total de 16 menas, uno de ellos subido a un pararrayos del faro de la ciudadela de Melilla La Vieja, después de que tres marroquíes denunciaran haber sido objeto de un robo cerca del puerto. Durante esa noche el Instituto Armado trasladó a los 16 menores hasta el Centro de Acogida de La Purísima. Sin embargo, no opinó lo mismo el presidente de la ONG Pro Derecho de la Infancia de Melilla (Prodein), José Palazón, quien tachó lo sucedido como "una redada de menores en las escolleras del puerto de Melilla". Palazón, además, denunció que alguno de ellos han resultado lesionados, entre ellos un niño de nueve años de edad, con hematomas en el rostro. Así, manifestó que el menor "ha pasado la noche en el centro pero no parece ni que le hayan hecho una cura", al tiempo que ha añadido que, según relata el menor, las heridas son presuntamente como consecuencia de la actuación policial.
A todo ello hay que sumar la presencia cada vez mayor de Menas a las puertas de los supermercados pidiendo dinero e incluso comida, cuando tienen asegurada la manutención y alojamiento en el Centro de Acogida. Sin embargo, estos menores prefieren huir de las rigideces horarias de entrada y salida en dicho centro y mendigar y vivir en la calle para así merodear por la zona portuaria, esperando una oportunidad de ir de polizones en los barcos que nos unen con la península.
Son tres claros ejemplos de que el tema de los menores requiere una solución. El próximo Gobierno de Nación que resulte elegido deberá poner todo de su parte para hallarla si no quiere que se le vaya de las manos.
