Los socorristas llevan ya algunos años advirtiendo de que los bañistas hacen caso omiso de sus indicaciones y advertencias, especialmente importantes en días en los que bañarse es peligroso. Ayer, por ejemplo, se izó la bandera roja por el temporal de levante en prácticamente todas las playas y, sin embargo, había gente en el agua. Lo mismo que sucedió el pasado 15 de julio, cuando tres niños, que se escaparon solos a la playa, tuvieron que ser rescatados in extremis en San Lorenzo. El consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, ya avanzó a este Diario cinco días después de aquel episodio que si no había más remedio, su departamento tendría que actuar sancionando el incumplimiento de las normas establecidas para la playa. Ese condicional sigue estando presente dos semanas después, pero González tiene cada vez más clara la necesidad de empezar a aplicar la ordenanza sobre playas porque el elevado índice de asistencias sanitarias que hay diariamente en la costa es “un disparate”. “Yo por mí, sería bastante más serio de lo que estamos siendo porque si no, las playas se nos pueden ir de las manos”, apuntó ayer Isidoro González en declaraciones a MELILLA HOY. Y para poner un ejemplo gráfico, echa mano de los partes que cada día le pasan de las playas: “El otro día había 36 barbacoas en la playa, a pesar de que están prohibidas. Eso no lo podemos permitir”, aseguró rotundo el consejero.
El año pasado, las barbacoas ya plantearon muchos problemas, ya que hubo numerosos bañistas que sufrieron quemaduras en los pies al caminar por la arena y pisar ascuas aún encendidas que no se veían por estar enterradas en la arena.
El consejero recordó que ese no es el único peligro que plantean las barbacoas. “También generan humos, desperdicios y botellas de cristal que, desgraciadamente, la gente no recoge”.
Especialmente cuando se trata de garantizar la tranquilidad de quienes van a la playa con sus hijos y en vez de disfrutar, “tienen que preocuparse de que pueda quemarse o que no pueda verlo en el agua porque le han montado una caseta de cinco por cinco metros delante”. “La playa está para el disfrute de todos”, insistió el consejero.
Anzuelos
Un caso parecido al de las barbacoas es el de los anzuelos de pesca, un asunto sobre el que Isidoro González ya ha hablado con los consejeros de Deportes y Medio Ambiente porque “es una pasada” la de incidencias que están atendiendo en los últimos días los socorristas por anzuelos olvidados en la orilla o el agua. Este problema, como en el caso de las barbacoas, tampoco es nuevo porque el año pasado ya hubo mucha discusión y el pasado fin de semana hubo algunas quejas por este asunto en las redes sociales.
Por eso, dado que son numerosos los bañistas que “no responden ni cuidan la playa” por una u otra razón, la Consejería de Seguridad Ciudadana advierte de que tendrán que “ponerse serios” porque “la libertad de uno termina donde empieza el respeto a los demás”.
De esta manera, además, González quiere dar respuesta a las numerosas quejas que se están dando y que “a estas alturas del siglo en el que estamos, tienen que quedarse atrás”. Y de paso, intentar reducir las elevadas estadísticas de asistencia que están registrando los socorristas, que en su primer mes y medio de servicio acumulan más de 1.100 actuaciones, como ya informó este Periódico hace justo una semana.
“Bajo mi responsabilidad”
Aplicando el reglamento de las playas, la Consejería de Seguridad Ciudadana también quiere hacer ver a los bañistas que no tienen razón cuando espetan a los socorristas que se meten en el agua con bandera roja bajo su responsabilidad. “La gente dice que se baña bajo su responsabilidad. Ya, pero lo mismo podrían decir si no se ponen el cinturón en el coche o el casco en la moto. Es bajo su responsabilidad, pero la Administración sanciona si los detecta. En el caso de las playas ocurre igual”, argumentó Isidoro González.
En definitiva, la intención es concienciar a los usuarios de las playas de que no es cuestión sólo de su responsabilidad, sino también del “respeto a todos, porque la playa es de todos y tiene que tener unas normas que se deben cumplir”.
