Hace apenas un mes estuvimos a bordo del Fortuny, en el Puerto de Melilla, compartiendo una agradable velada, mientras presentábamos las novedades tecnológicas que estamos introduciendo en nuestros buques. Como siempre empezamos por "el melillero" tuvimos la suerte de poder demostrar a bordo su uso y funcionalidad.
Durante esa presentación referí una anécdota que había ocurrido cuando viajábamos a Málaga. En el tren una pasajera estaba usando su tablet ¡como espejo para maquillarse! Y es que resulta evidente que las nuevas tecnologías tienen más aplicaciones que la larga lista para la que ya están desarrolladas. La combinación del ingenio humano y las nuevas tecnologías, han hecho florecer la economía colaborativa, han generado nuevas profesiones y en general deberían hacernos la vida más fácil.
Pues bien, hoy traigo un ejemplo en primera persona del nuevo uso de las tecnologías a bordo de nuestros buques. La semana pasada mientras viajaba en coche recibí una llamada que no pude atender por el dispositivo manos libres. Cuando al poco me paré, comprobé que el problema era que se trataba de una llamada vía whatsapp. Devolví la llamada que me hacía nuestro director de Tecnologías de la Información Juanma Caballero. La hacía desde el buque Fortuny, navegando entre Málaga y Melilla, y por la hora 16:08, puedo comprobar ahora que debía estar a una distancia de más de 60 km de la tierra más cercana.
A día de hoy nos hemos acostumbrado a la conectividad global, por lo que a veces nos resulta difícil entender el milagro tecnológico que permite estar siempre conectado. Es posible gracias a una extensa red de cables, antenas y routers inalámbricos que llegan hasta unos pocos metros de donde estamos. Eso no ocurre a 60 km de la costa. De hecho no podemos ver la tierra más cercana y los teléfonos móviles no tienen cobertura. Por eso nos gusta poner en valor la dificultad de obtener un wifi de calidad a bordo.
La conversación duró 12 minutos y 37 segundos, él conectado al wifi del barco, yo con el manos libres del coche. La calidad del sonido era perfecta, sin cortes ni ruidos. Otra victoria del progreso. Obviamente estaba usando el wifi Premium, ya que con un uso masivo del ancho de banda del wifi esta conversación sería imposible. En cualquier caso, nuestro sistema de wifi se basa en un "pool", es decir, una capacidad de conexión muy elevada que se asigna a los distintos buques en función de la demanda. Eso nos permite mejorar la eficiencia, asignando más capacidad o ancho de banda a los buques que navegan frente a los que están en puerto, o a los que transportan más pasajeros. Por lo tanto siempre podemos asignar más capacidad al wifi Premium si se extiende su uso.
A raíz de esa conversación descubrimos la potencialidad de nuestro servicio. Quiero animarles a hacer la prueba, para que descubran que con el nuevo entretenimiento a bordo (también en versiones gratuita y de pago) y el nuevo wifi a bordo, si usted se aburre en la travesía no será por falta de tecnología. Como sabemos que la tecnología a veces nos complica la vida, en lugar de facilitarla, nuestro personal a bordo ha recibido la formación necesaria para ayudarles a sacar el máximo provecho de este medio. Además, los animadores que viajan a bordo les enseñarán sobre una Tablet el contenido y funcionalidades del portal de entretenimiento.
Por Miguel Pardo, Director Comercial de Trasmediterranea
